En el artículo anterior sobre el Pressing Catch ya se anticipó los posibles contenidos de una hipotética (ahora cristalizada) segunda parte. Como se dijo, un elemento común en las dos etapas del wrestling retransmitido en España era la presencia de Héctor del Mar. Nos centraremos en las siguientes líneas en hacer un pequeño recordatorio de su figura. Además abordaremos la maldición que recae en los protagonistas de este deporte, de forma sucinta, ya que es un tema muy manido y del que se pueden encontrar muchos artículos en la red.
Héctor del Mar
No hace mucho (concretamente en abril de 2019) fallecía Héctor del Mar, gran locutor de radio y televisión. Quizá buena parte del recuerdo que podamos tener del Pressing Catch de principios de los 90 sea gracias a su peculiar estilo de narración, y también al hecho de que hubiera estado presente en todas las ediciones retransmitidas de wrestling tanto en la etapa de la WWF junto a José Luis Ibáñez, como en la etapa de la WWE junto a Fernando Costilla.
De origen bonaerense, se afincó en España y comenzó a trabajar para los medios españoles en los años 70. En sus inicios su labor era la de comentar partidos de fútbol. Ya por aquel entonces, su forma de expresarse y de cantar los goles llamaba bastante la atención, ganándose el apodo de “el hombre del gol”. A este deporte dedicó buena parte de su carrera, pero no su totalidad, pues también llegó a colaborar en programas de televisión, tanto deportivos como no deportivos, como ¿Qué apostamos?. Pero lo que más nos interesa ahora, es su ocupación a principios de los 90 y a mediados de los 2000, cuando se encargó de poner voz en las retransmisiones de lucha libre.
A continuación, como homenaje, expondremos una selección (consensuada y aprobada por el consejo directivo en pleno – becario incluido – de Milkbar Fanzine) de sus mejores frases, que clasificaremos por grupos. Comenzamos con los latiguillos, sus expresiones más reiteradas y, por ende, más recordadas. Como comprobarán los lectores, me he tomado la licencia de transcribir su seseo:
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Comiensan las hostilidades.
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Bret “Hitman” Hart, más Bret “Hitman” Hart que nunca. (Que en su última etapa dedicaba a su compañero: “¡Fernando Costilla, más Costillita que nunca!”)
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¡Cómo te queremos -luchador/personaje de turno-!
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Hasiendo las delisias del respetable.
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Un deporrrrtivo saludo.
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El espectáculo garantisado.
En su repertorio no faltaban las frases especialmente dedicadas a luchadores concretos:
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El Enterrador, genio y figura, te puede llevar a la sepultura.
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Randy Orton es capaz de hacer llorar a las cebollas.
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Cuando Finlay coge el “makelele” te da el telele.
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Suena la música del reloj y aparece el fanfarrón de la WWE, MVP, M de macarra, V de vanidoso y P de pesao.
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Tatanka dice que en su epitafio quiere poner: “A partir de ahora no cuenten conmigo”
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Un día le pregunte al Enterrador: “¿Por qué ponen vallas alrededor de los cementerios?” Y él me contestó: “Porque la gente se muere por entrar”.
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Batista lleva un traje a medida…. A medida que lo fue pagando.
Sin escrúpulo alguno, tiraremos de prejuicios y daremos por sentado que, por ser argentino, don Héctor era uno de los 44 millones de psicoanalistas originarios del país de los asados y de los gauchos. Y muy alegremente mezclaremos disciplinas, y ya que lo suponemos un doctor en materia freudiana, pues ¿por qué no considerarlo también (from the lost to the river!!) un maestro de la filosofía contemporánea? Y para que no se me tache de exagerado, aportaré como pruebas algunos de sus apotegmas:
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El pato es feliz en sucio charco porque no conoce el mar.
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La experiencia es un peine que te dan cuando te quedas calvo.
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Cinco amigos me enseñaron todo lo que sé. Ellos son: Qué, Cómo, Cuándo, Dónde y Por qué.
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Dios los ha creado y ellos se lo han creído.
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El clavo que sobresale siempre se lleva un martillazo.
Pero no creemos una imagen que pudiera dar de él la idea de persona pedante. Este buen hombre tocaba todos los palos y lo mismo que nos iluminaba con sus sentencias, nos podía amenizar la velada con chanzas. Chistes reciclados y que usaba con más de un luchador:
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Tenía una hermana tan gorda que cuando salía en TV aparecía en todos los canales.
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Cambio pastor alemán por uno que hable español.
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Es tan pequeño que no le cabe ninguna duda.
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Es tan viejo que cuando iba a la escuela, no tenía asignatura de historia.
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Era un hombre tan alto, tan alto, que tropezaba el miércoles y caía el viernes.
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Estás más preocupado que Adán en otoño.
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Es más viejo que la hipoteca del Partenón.
Su experiencia vital lo habilitaba para orientarnos en nuestra existencia terrenal. Consejos Héctor del Mar´s style:
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Dile a tu jefe lo que realmente piensas de él, y la verdad te hará libre.
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No te cases por dinero, un préstamo te saldrá más barato.
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Nunca afiles tu boomerang.
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Nunca pegues a un hombre con gafas, utiliza algo más duro.
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Si la montaña viene a ti, ¡corre, corre! ¡que es un derrumbe!
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Cásate siempre a primera hora de la mañana. Si sale mal, no habrás perdido todo el día.
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Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia. Ahora que eres yunque, ten paciencia.
El último grupo estaría constituido por absurdidades varias, que si las suelta un colega, lo mandas a freír espárragos (con mirada de desprecio absoluto incluida), pero si salen del señor del Mar, las aceptas con una gran sonrisa e incluso alguna que otra carcajada:
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Finlay escribió algo muy profundo: “Subsuelo”.
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Las mujeres viven más que los hombres, especialmente las viudas.
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Si a la primera no te sale, el paracaidismo no es lo tuyo.
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Si abres mucho tu mente, se te caerán los sesos.
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Si buscas una mano dispuesta a ayudarte, la encontrarás al final de tu brazo.
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A ti te lo digo, bellaco: no es lo mismo los dolores de piernas que las piernas de Dolores.
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Hay dos palabras que te abrirán todas las puertas: “Tire” y “Empuje”.
Maldición de los luchadores
Algo que también solía repetir don Héctor era el gran estado de forma en que se encontraba uno u otro luchador afirmando, como si tuviera trato consuetudinario con todos ellos, que se pasaban muchas horas en el gimnasio. Tampoco tenía necesidad de meterse en berenjenales y explicarle a los muchachos que se entretenían con su programa, las porquerías que consumirían la mayoría de los wrestlers. Actualmente hay más controles y ha habido casos de sanción por dopaje, pero antiguos luchadores, como por ejemplo Kevin Nash, reconocieron que el uso de esteroides estaba muy extendido en su profesión y haberse dopado. Naturalmente, una cosa no quita la otra, irían con regularidad a salas de fitness pero la mayor parte del mérito de esos físicos portentosos habría que adjudicársela a los anabolizantes.
Con esto, no es de extrañar que haya habido tanta muerte prematura entre los protagonistas del Pressing Catch, sobre todo, por ataques al corazón; Mr. Perfect con 45 años (aunque, en su caso, la cocaína también influyó), The British Bulldog (39), Big Boss Man (“El Poli Loco”, con 41), Randy Savage (59), The Ultimate Warrior (54), Hawk (de “Los Malditos” con 46), Umaga (36) Bam Bam Bigelow (45, compartía aficiones con Mr. Perfect y con Maradona)…
No obstante, la maldición no se reduce a estas defunciones, que por el susodicho empleo de anabolizantes eran de esperar. También hubo muertes tempranas por enfermedad: Earthquake (“Terremoto Earthquake”) murió de cáncer a punto de cumplir los 43, André el Gigante a los 46 por una insuficiencia cardíaca, Yokozuna (34) falleció por un fallo respiratorio…
A esta triste lista se unen los que decidieron motu proprio poner fin a su existencia: The Texas Tornado (33), Chris Benoit (40), Ashley Massaro (39)…
Por último, incluiremos a aquellos cuyo deceso se dio por accidente. Hace prácticamente un mes (17 mayo) saltaba la noticia de la muerte de Shad Gaspard (39) ahogado al ser arrastrado por la corriente en una playa de Los Angeles. Jim ‘The Anvil’ Neidhart (63) murió en agosto de 2018 por un accidente doméstico, pero quizá el caso más recordado de muerte accidental del wrestling sea el de Owen Hart (34), dado que se produjo en plena actuación. En el Kemper Arena de Kansas, Hart se disponía a descender al cuadrilátero desde lo más alto del recinto enganchado a un arnés, del cual se liberó antes de tiempo y cayó desde una altura de unos 25 metros. Su hermano Bret Hart (ambos eran cuñados de Jim Neidhart) criticó severamente a la organización por permitir este tipo de actuaciones y poner en peligro la integridad física de los wrestlers.
Con este panorama se hace difícil pensar que algún luchador haya llegado, por lo menos, a los 70, pero podemos dar fe de que los ha habido. Ric Flair (71), Iron Sheik (78), Bob Backlund (70) o Sgt Slaughter (71) son algunos de los que aún se mantienen en pie.
En el tintero se me queda hablar de la trayectoria de otros luchadores o de otros personajes ilustres del mundillo. Se me acaban las líneas concedidas por el consejero delegado de Milkbar Fanzine y no puedo extender más este artículo, así que urdiré la típica treta de soltar un cliffhanger (para que la audiencia exija una tercera parte) lanzando una pregunta al aire: ¿Qué diantres fue de The Nasty Boys?
Parafraseando a don Héctor: «Aquí estoy porque he venido, porque he venido aquí estoy. Si no le gusta mi canto, como he venido, me voy»
Plas plas. Y que fue de hogan? Lo creia vivo
Vivo sigue. 67 añitos cumplirá en agosto. Es el más famoso y todo un icono. Cuando nos deje, será difícil no enterarse. Seguro que muchos medios se harán eco de ello.
Ja ja ja!!! Sin duda, el artículo más divertido de Milkbar hasta la fecha. Gracias, Ezechiel, por sacarme la sonrisa y qué entrañable Don Héctor. Sin duda el Pressing Catch marcó nuestra generación y me viene a la mente un grandísimo y prolijo ilustrador, Matu Santamaría, que también le rinde homenaje a este Espectáculo; sí, con mayúscula. https://www.instagram.com/p/B_0THZMqMny/?utm_source=ig_web_copy_link
Déle usted las gracias, aunque sea de forma póstuma al señor del Mar. Lo gracioso de este artículo tiene su firma.
Sin duda, y me parece muy curioso poder saber gracias a Milkbar que algunos de los chistes más comunes que he oído en mi vida vienen de él!!!
Uffff, nuevamente otro torpedo a la linea de flotación de la fibra sensible. ¡¡Yo recojo el guante de los Nasty boys!! Si mal no recuerdo, eran la pareja esa de indeseables cuyo nefasto golpe final consistía en restregar el rostro del desafortunado perdedor por su sobaquera (deliciosamente depilada para la ocasión, si no me falla la memoria) ¿Cómo resistirse a esta maravilla? ¡¡Queremos tercera parte!!
Y no recuerda usted mal. Eran malotes a más no poder y tenían un finisher traumatizante para los jóvenes telespectadores.
En cuanto a la tercera parte, usted forma parte de la dirección, así que no escurra el bulto y haga lobby en la próxima junta directiva.
Muy divertido artículo Ezequiel, la segunda parte del mismo lamentablemente es bastante triste, en héroes caídos he echado de manos a Roddy Piper, cierto es que yo solo lo recuerdo por la peli Están Vivos de Carpenter, pero tengo entendido que en los ochenta era casi tan importante en la wwf como Hulk Higan ¿Que opinión te merece?
Recuerdo las apariciones de Roddy Piper y cómo lo aclamaba el público. Eso ya me daba la idea de que, en su momento, fue una de las grandes estrellas del wrestling, igual que André el Gigante. A principios de los 90 vimos al segundo hacer alguna visita esporádica, una especie de cameo, en algunos combates, pero sin protagonizarlos. En cuanto a Piper también recuerdo verlo muchas veces como comentarista y muy pocas veces en el ring. Si se indaga un poco, se puede llegar a la misma conclusión a la que ha llegado usted, que en los 80, cuando aún no había llegado la lucha libre a nuestras pantallas, el gaitero era un auténtico ídolo, comparable a Bret «Hitman» Hart en los 90 o «Triple H» o Batista en los 2000.
Por fin acaba la ansiada espera, eso sí, a la espera de una tercera parte, por favor.
¡Estamos trabajando en ellouu!! Pronto se publicará la tercera y última parte de este artículo.