Accept. Una cita ineludible

Un frente gélido del norte llegó esta semana a la península y con él un gigante del heavy metal, los teutones Accept. Una banda que lleva desde 1979 agasajándonos con enormes himnos metaleros (‘Restless and Wild’, ‘Breaker’, ‘Fast as a Shark’, ‘Balls to the Wall’…) y que, a pesar de los parones, los altibajos y las salidas de muchos de sus miembros (actualmente solo Wolf Hoffmann permanece desde la fundación de Accept), continúa al pie del cañón, en un gran estado de forma, publicando discos de muy buena calidad. Ni siquiera el hecho de que ya no cuenten en sus filas con el pequeño y carismático cantante Udo Dirkschneider ha mermado su capacidad de ofrecer estupendas tonadas y shows grandiosos. Y es que, si al hecho de que siguen mostrándose muy eficaces en el aspecto compositivo, añadimos que el señor Mark Tornillo (el sustituto de Udo) tiene una voz relativamente parecida a la de su antecesor, pues parece, por momentos, que estamos ante los Accept de toda la vida.

Tres citas tenían en España estos veteranos del heavy metal para presentar su último trabajo, Too Mean to Die (2021). Cierto es que su gira por estos lares estaba programada para principios del 2022, pero tuvo que ser pospuesta. Por este motivo también hubo un cambio con los teloneros que, en un principio, serían Phil Campbell and the bastard sons y Flotsam & Jetsam. En su lugar vino el grupo tributo californiano The Iron Maidens.

Milkbar acudió a la cita madrileña, este sábado 21 de enero, en la Riviera. Cerca de completarse el aforo, estimamos que se reunieron alrededor de dos mil metalheads, esto es, criaturas que ven pasar los años y son testigos de la mutación o del nacimiento de otros estilos musicales, y ahí siguen, fieles a un género y a unas bandas que tienen más de cuatro décadas. Pero, ¿cómo es posible? ¡No se cansan del heavy metal!   

La Riviera atestada de heavies puretones

Como se señaló anteriormente, The Iron Maidens fueron las encargadas de abrir la velada. Nuestro reportero no llegó hasta el comienzo de Accept y en la redacción de Milkbar se apuesta por los motivos de ese retraso, y la opción menos rentable es la que asegura que se le alargó la sobremesa. Afortunadamente, nuestro viejo camarada Frank Zoyo nos ayudó por enésima vez a completar esta modesta reseña. Las californianas tocaron diez temas, llegando apenas a la hora de actuación. Comenzaron con ‘The Trooper’, ‘2 Minutes to Midnight’ y ‘Caught Somewhere in Time’. Zoyo opina que se defendieron bastante bien, pero que escuchó todo tipo de pareceres entre el respetable. Uno de los grandes hándicaps para este tipo de grupos es que, si no rayas en la perfección y no lo haces igual o mejor que el grupo al que rindes tributo, la lluvia de críticas arreciará. Continuaron con ‘Brave New World’, ‘Genghis Khan’ y ‘Wasted Years’. En mi opinión no tiene mucho sentido criticar a las bandas tributo por ser exclusivamente bandas tributo. Dentro de unos años, muchos grupos legendarios de rock y metal se habrán retirado y la única forma de disfrutar de su música en vivo será acudiendo a actuaciones de este tipo. Lógicamente se podrá criticar si tocan bien o no, pero que se dediquen a ejecutar composiciones ajenas es una opción respetable. ‘Fear of the Dark’, ‘Phantom of the Opera’, ‘The Number of the Beast’ y ‘Run to the Hills’ fueron los temas elegidos para acabar. Si tuviera que ponerle una pega a este setlist, sería que no hubiesen optado por temas menos machacados y sí por algunos que los propios Maiden no suelen tocar. Los dos últimos y ‘The Trooper’ llevan años sonando todos los días en Rock FM. Están tan hasta en la sopa que un servidor, al conectarse a Spotify, dudaría si le dieran a elegir entre esos temas y alguno de Madonna, Tijeritas o los mismísimos Flashline.

A las 21:00, con puntualidad germana, hicieron acto de presencia Accept en el escenario. Como era de esperar, fueron dos cortes de su último trabajo los que abrieron su show, a saber, ‘Zombie Apocalypse’ y ‘Symphony of Pain’. Continuaron con dos clásicos que no suelen faltar en sus conciertos: ‘Restless and Wild’ y ‘Midnight Mover’. Del primero, Milkbar les ofrece a nuestros lectores un pequeño fragmento con una calidad entrañable a la par que horrorosa, como viene siendo habitual. En esta ocasión, no voy a dar una pataleta de niño consentido, porque me consta que nuestro CEO, coreyF, se partió los cuernos por conseguir una acreditación para la pasada edición del Leyendas del Rock. Petición que fue simpáticamente rechazada, alegando que no tenían tiempo para concedernos dicha acreditación, pues se hallaban cien por cien concentrados en la ardua tarea de cerrar la contratación de Warcry para su festival. Tan duras habrían sido esas negociaciones que se vieron en la dolorosa tesitura de tener que subir el precio de los litros de birra. Así que, por mi parte, ninguna queja hacia la dirección de Milkbar.

 

Sin apenas descanso entre canciones, sin largos discursos, pero sí con algún breve saludo al público continuaron con su actuación, con ‘The Abyss’, ‘No Shelter’ y ‘Overnight Sensation’, temas algo más tranquilos, seguramente puestos en esa parte del setlist de forma estratégica (la calma que precede a la tempestad). Tras esto, llegó el momento del medley compuesto por cuatro clásicos ‘Demon’s Night’, ‘Starlight’, ‘Losers and Winners’ y ‘Flash Rockin’ Man’. La descarga estaba resultando simplemente brillante. Muy buen sonido, unos solos de guitarra de Hoffmann estelares, la gran voz de mister Tornillo y una grandiosa puesta en escena del grupo en general. Y, para colmo, llegaba el turno de ‘Breaker’, cañonazo con el que mi menda disfrutó sobremanera y del cual también os obsequiamos con un documento videográfico. Al acabar esta divina tonada, y como viene siendo habitual durante décadas en muchos conciertos dentro de nuestras fronteras, los asistentes aprovecharon un par de segundos en los que la banda permaneció en silencio para arrancarse con el himno futbolero “oooee oeoeoeeeeeeee oeeeee oeeeee”, con marcado acento etílico, a lo que el señor Tornillo reaccionó, en un ejercicio colosal de ingeniería diplomática, diciendo “You’re the best singers on the planet”.

 

De nuevo una fase “tranquilota” con ‘Shadow Soldier’, ‘The Best is Yet to Come’ (cuyo título sonaba predictivo) y ‘Princess of the Dawn’. Este lapso sirvió a los asistentes para recuperar el aliento y la energía que iban a necesitar para poder vociferar y canturrear, con gallos y más corazón que diafragma, la batería de “temazos” que nos tenían preparada. Un fragmento de la canción tradicional alemana ‘ein Heller und ein Batzen’ nos anunciaba la llegada de uno de sus grandes himnos, ‘Fast as a Shark’, al que le siguió un no menos aclamado ‘Metal Heart’. Tras esto, le tocó el turno a ‘Teutonic Terror’, del Blood of the Nations, primer álbum en el que Tornillo, allá por el 2010, asumió el rol de cantante (y ya lleva cinco). Aún recuerdo ver el videoclip de este tema por primera vez y quedar boquiabierto. El natural escepticismo que le entra a uno cuando un miembro tan fundamental como Udo se marcha del grupo se disipó de un plumazo. Otro tema del mismo disco precedió a los bises, ‘Pandemic’. Y como guinda del pastel ‘Hung, Drawn and Quarter’, la imprescindible ‘Balls to the Wall’ y la homónima del disco de 1980 (del que se habló en anteriores artículos de Milkbar), ‘I’m a Rebel’.

Sin duda alguna, fue una gran velada y un acierto total haber decidido asistir a este concierto. Seguro que, entre los dos mil asistentes, la opinión es unánime en ese sentido. Por ello, desde Milkbar se recomienda encarecidamente que, en caso de presentarse la oportunidad, se acuda presto y sin titubeos de ningún tipo a la cita con esta auténtica leyenda del heavy metal.

 

SETLIST:

  1. Zombie Apocalypse (Too Mean to Die 2021)
  2. Symphony of Pain (Too Mean to Die 2021)
  3. Restless and Wild (Restless and Wild 1982)
  4. Midnight Mover (Metal Heart 1985)
  5. The Abyss (Blood of the Nations 2010)
  6. No Shelter (Blood of the Nations 2010)
  7. Overnight Sensation (Too Mean to Die 2021)
  8. Demon’s Night / Starlight / Losers and Winners / Flash Rockin’ Man (Medley)
  9. Breaker (Breaker 1981)
  10. The Best is Yet to Come (Too Mean to Die 2021)
  11. Shadow Soldiers (Stalingrad 2012)
  12. Princess of the Dawn (Restless and Wild 1982)
  13. Fast as a Shark (Restless and Wild 1982)
  14. Metal Heart (Metal Heart 1985)
  15. Teutonic Terror (Blood of the Nations 2010)
  16. Pandemic (Blood of the Nations 2010)
  17. Hung, Drawn and Quarter (Stalingrad 2012)
  18. Balls to the Wall (Balls to the Wall 1983)
  19. I’m a Rebel (I’m a Rebel 1980)

 

1 comentario

  1. Gran artí-culo de ichsta banda alemanuca, re culo-erdo es-culo-charla a finales de los ’90 en Casa Faria q por aquella belle epóque lucía lazio pelo longue blondy q le llegaba a cubrir el nombre del grupo metal del parche de la espalda, d aquella chupa tejana rozada por las z$ del zo-yo estuve ahí, culo con culo, por esos antros metaleros, en el concierto de Napalm Death y alguna asosasión cultura. Accept or not Accept, esa era la cuestión, cuando, como buen anfitrión te invitaba Fariancas a trancas y barrancas, catar patatas fritas y cocacolurra, de paso, una partida al Serf City the Life is Feudal- prestigiocracia, o al WWF a.k.a Pressing Catch o al Doom con las voces de nuestro Chiquito de la Calzada. Entre toda esta gozada chirriaba Accept en una cinta de cassette grabada a modo regular -más punk, de un vínilo, Balls to the Wall, no confundir con War to the World Now, que me lo acabo de inventar, pero es lo que me suena en la cabeza cuando no leo Milkbar y es porque bebo soja o avena q está más rica, pero hay que agitarla antes para aparentar barista, sin corazón, solo espumita. La carcasa de la cinta era de plástico duro semitransparente, estaba rallada, la banda magnétizada también, por eso el sonido era Accept-able, hábleme usted de Tu Dios de madera!

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