Mustaine y Metallica. La telenovela del metal

Fue el pasado domingo 11 de abril cuando se cumplieron 38 años de la expulsión de Dave Mustaine de Metallica, hecho que dio origen al que es, probablemente, el mayor culebrón en la historia del metal. Y es que, desde aquel día hasta hoy, no han cesado de correr ríos de tinta sobre el cómo y el porqué de esta ruptura, además de la recurrente especulación del qué hubiera pasado si no se hubiese dado, qué rumbo hubiera tomado la banda con Mustaine o si en los 90 hubiesen visto la luz trabajos como Load y Reload.

Si se rasca e investiga mínimamente en webs especializadas de metal, podremos hallar innumerables alusiones o reseñas donde se nos relate lo acaecido entre Metallica y su exguitarrista. Del mismo modo, si accedemos a la plataforma de youtube y reproducimos cualquier video de Megadeth o de los primeros álbumes de Metallica, fácilmente nos toparemos con multitud de comentarios de fans de ambas bandas discutiendo cuál es mejor. Debate que, afortunadamente, cada vez más se ve superado con la conclusión lógica de que, gustos personales aparte, los dos grupos son parte fundamental del heavy metal y el germen del subgénero thrash.

En Milkbar somos conscientes de que arrojar luz y aportar datos inéditos, sobre la mencionada expulsión o la tan cacareada rivalidad entre Metallica y Megadeth no es una misión pretenciosa o ambiciosa, sino directamente imposible de realizar. Aun así queremos exponer sucintamente la relación entre ambas partes por si, entre nuestros lectores, hubiera quien desconoce el asunto y tuviera interés en el mismo. Para ello, comentaremos el breve pero intenso paso de Dave Mustaine por las filas de Metallica, su marcha forzada, las interacciones desde entonces y hasta hoy con sus excompañeros y las disputas que mantuvieron y que alimentaron este mediático culebrón.

Mustaine en Metallica.

Lars Ulrich y James Hetfield se conocieron en mayo de 1981, a través de un anuncio publicado en una revista por el primero y contestado por el segundo. Hicieron una prueba, en la que Ulrich hizo gala de su poca habilidad y nada apuntaba a que surgiera algo de ahí. Unos meses más tarde, Ulrich contactó de nuevo con Hetfield y, esta vez sí, cuajó una unión. No es que Ulrich hubiera progresado sobremanera con la batería, sino que, más bien, resultó determinante el hecho de que tuviera contactos y la posibilidad de publicar una canción en un recopilatorio de bandas desconocidas (por el interés te quiero, Andrés). Pocas horas antes de que se grabara dicho recopilatorio, la banda adoptó el nombre de Metallica y reciclaron el tema ‘Hit the Lights’ de la antigua banda de Hetfield (Leather Charm). Con esto, se estima que la banda se originó a finales de octubre de 1981. Los solos de guitarra los ejecutó Lloyd Grant, que contribuyó en esta demo pero que no estaba realmente interesado en formar parte del grupo. Así que Ulrich volvió a escribir un anuncio y esta vez el que contactó fue Dave Mustaine, que entraría en la banda a finales del mismo año, abandonando Panic (su primera agrupación).

¿Glam o thrash? Por momentos parecía que Hetfield se convirtió en aquello que juró destruir.

Pasarían unos cuatro meses aproximadamente cuando, en marzo de 1982, la banda da sus primeros conciertos, teloneando a grupos como los ingleses Saxon. Como la pólvora se fue propagando el nombre de un conjunto de chavales que pretendían revolucionar el escena metalera, creando un estilo más agresivo y acelerado que el de sus admiradas bandas de la NWOBHM, con elementos e influencias del punk. Para el verano de ese mismo año, ya tenían material suficiente para publicar su primera maqueta No Life ‘til Leather. Constaba de 7 temas y no hace muchos años ha sido objeto de una “nueva” polémica entre los protagonistas de este artículo, que explicaremos más adelante.

A finales de 1982 el bajista, Ron McGovney decide dejar Metallica, dando por sentado que, más temprano que tarde, lo sustituirían. Pero no era esta la única razón de su marcha, pues al viejo e incorregible Ron ya se le estaba haciendo muy difícil soportar a un Mustaine, que se ponía hecho un energúmeno cuando se emborrachaba y que solía usar al bajista como blanco de sus bromas. Más adelante, Mustaine declararía que McGovney era el modosito en un grupo de «malotes». También se sentía distinto al resto (sobre todo a Ulrich y McGovney) por su origen humilde. Él malvivía vendiendo drogas, mientras el resto tenía una vida más o menos acomodada.

Brian Slagel, el contacto de Ulrich que les proporcionó la opción de publicar ‘Hit the Lights’ en el primer volumen de Metal Massacre y que, muy poco después, creó el sello Metal Blade Records (donde debutarían bandas como Slayer), les recomendó que acudieran a un concierto de Trauma y que se fijaran en su bajista, un tal Cliff Burton. Este acabó incorporándose a Metallica y, desde ese momento, fijaron su residencia en San Francisco, donde encontraron más músicos afines y un público más entregado al incipiente thrash, en contraposición al glam metal reinante en la escena angelina.

Arriba: Metallica con Cliff Burton.
Abajo: Carátula de No Life ‘til Leather. Hetfield y Mustaine

En los primeros meses de 1983, su fama aumentaba exponencialmente a medida que circulaba la maqueta entre la comunidad metalera. Sus juergas tras los conciertos eran una constante y el alcohol nunca faltaba. Era en esas borracheras donde Mustaine sacaba a relucir su lado oscuro y agresivo, provocaba peleas e iba, poco a poco, gota a gota, colmando el vaso de la paciencia del resto.

Entre los afortunados que pudieron presenciar estos conciertos, se encuentran bastantes músicos que luego formaron parte de otras bandas de la Bay Area. Kerry King (Slayer), por ejemplo, afirmó que lo impresionó verlos en directo y la habilidad de Mustaine en la guitarra. Más adelante, cuando Megadeth comenzaba a gestarse, King colaboró tocando en varios shows y su forma de tocar se vería influenciada por la de Mustaine.

Dave Lombardo (también de Slayer), recordó una actuación en la que telonearon a Metallica y comentó que le llamó la atención ver a Mustaine encargarse de la labor de frontman, hablar con el público entre canción y canción, algo que normalmente siempre lo realizaban los cantantes. Cierto es que Hetfield, en su adolescencia y juventud, destacó por ser tremendamente introvertido. A eso se le añadía el desparpajo, la espontaneidad y la vocación de líder de Mustaine. Es precisamente este último rasgo, sumado a su descontrol con el alcohol, otro factor definitivo para el fatidíco desenlace entre la banda y él. Demasiados gallos en el corral. En una reciente entrevista (16 febrero) para Loudersound, James Hetfield lo confesaba:

Were you glad to see the back of Dave Mustaine?

I don’t know if ‘glad’ is the right word but it was definitely necessary. There would have been myself, Lars and him all trying to drive and it would have been this triangulated mess. It’s obvious that he had the same drive as us – he went on to do great things in Megadeth.

The way things are now, the character dynamics, Lars and I are on one half of the scale with Rob and Kirk on the other. They’re great idea people but very good at being okay with someone else driving. It does take that, I think. They’re very un-ego-driven and Lars and I are the other way, it seems. That’s what I’ve been told [laughs]. So back then Dave had to go.


https://www.loudersound.com/features/james-hetfield-ultimate-interview
Arriba: James, Lars y Dave tomando un refrigerio muy fresquito.
Abajo: Los mismos haciendo payasadas. James y Dave Mustaine en el último show del segundo con Metallica.

En abril de 1983 se dirigen por carretera de costa a costa hacia Nueva York. John Zazula, un productor y dueño por aquel entonces de una tienda de discos, escuchó No Life ‘til Leather y se puso en contacto con la banda, para proponerles grabar un lp. Ya tenían prácticamente tomada la decisión de reemplazar a su guitarrista, así que aprovecharon el largo viaje para ir escuchando otras bandas, prestando especial atención a los guitarras solistas. Tantas horas juntos en espacio reducido, tanto en la furgoneta como en las habitaciones que compartieron unos pocos días en Nueva York, con las resacas, borracheras y consecuentes cambios de humor de Mustaine, no contribuían a una marcha atrás por parte de Ulrich y Hetfield. El hecho de que, cuando le tocó conducir, tuviera un accidente, tampoco ayudaba. Por consiguiente, al llegar a su destino, informaron a Zazula de su decisión y le pidieron que contactara con el guitarrista de Exodus, Kirk Hammett. A los pocos días, un 9 de abril tocarían en un local de Brooklyn, en la que sería la última actuación de Mustaine con Metallica. Dos días después, tras una de sus típicas bacanales, Hetfield, Burton y Ulrich entraron en la habitación donde Mustaine dormía la mona. Lo despertaron, le comunicaron que no continuaría más con ellos y que le habían reservado un billete de autobús a San Francisco, que partía en una hora. Y colorín colorado…

Interacciones y relación entre ambas bandas

En ese mismo 11 abril de 1983, mientras viajaba de costa a costa, Mustaine tuvo tiempo de sobra para darle vueltas a lo sucedido y para planear su futuro, para crear su propia banda, para reafirmarse y demostrar que sus ya excompañeros se equivocaban al dejarle marchar. Su meta era liderar un grupo que fuera más rápido, más agresivo y, en definitiva, que superara a Metallica en todos los aspectos. ¿Lo consiguió? Pues depende del aspecto que se juzgue. Si nos fijamos solo en las ventas, es obvio que no. Metallica ha vendido alrededor de 120 millones de discos, el triple que Megadeth.

Si juzgamos la calidad musical, resultaría imposible justificar objetivamente qué banda es la triunfadora.

Otro aspecto que se podría discutir es el de la fidelidad a las raíces, al estilo que ambos crearon. Siempre se ha hablado mucho del giro comercial que dio Metallica al publicar Metallica (1991) y, más aún, Load (1996) y Reload (1997). Mucho más difícil es encontrar opiniones parecidas respecto a la publicación de Countdown to Extinction (1992) por parte de Megadeth, curiosamente un año después del disco de la banda rival. Sin lugar a dudas, es un gran disco de metal, pero también es incuestionable la bajada de revoluciones en comparación a su obra maestra, Rust in Peace (1990). Si se sigue la carrera de ambos, se observa con claridad como Megadeth ha seguido casi siempre la estela de Metallica, y no es complicado hallar entrevistas a Mustaine, en las que afirmaba que constantemente ha estado pendiente de todos los pasos que daban Hetfield & Co, para intentar superarlos. Así que, si Metallica intentaba abarcar más fans creando una música más accesible, pues Megadeth también. De hecho, recuerdo otra entrevista a finales de los 90, más o menos cuando vio la luz el disco más comercial y alejado de sus raíces, Risk (1999). En dicha entrevista, Mustaine comentaba que no veía motivos para publicar un disco de thrash, pues ese era un mercado reducido y su idea del éxito no era vender 50.000 copias. Tuvo el metal que vivir una segunda juventud, y las bandas que se prostituyeron en exceso tuvieron que ver cómo sus ventas disminuían y sus fans huían con viento fresco, para que Metallica, Megadeth y unos cuantos grupos más, recapacitasen y decidieran dar un giro de 180º.

Desde ese 11 de abril, las apariciones públicas de Mustaine junto a sus antiguos camaradas no abundan. Muchísimo menos si hablamos de compartir escenario o cartel. El primer concierto en el que ambas bandas coincidieron data de la Nochevieja de 1985, en San Francisco. En un principio, las bandas encargadas de telonear a Metallica eran Exodus, Metal Church y Anthrax, pero estos últimos se vieron obligados a cancelar su participación, siendo reemplazados por Megadeth.

En el verano de 1988, se celebró el festival Monsters of Rock en Donington Park (Reino Unido), encabezado por Iron Maiden y donde actuaban también Kiss, Guns ‘N’ Roses, Megadeth y Helloween. Al final del show de los de Mustaine, Lars Ulrich y Axl Rose saltaron al escenario y cantaron los coros de ‘Anarchy in the UK’.

Izquierda: Cartel del concierto de la Nochevieja de 1985 con Anthrax.
Centro: El mismo cartel con Megadeth reemplazando a Anthrax. Jeff Young, Slash, Axl Rose, Lars Ulrich y Dave Mustaine en Donington en 1988.
Derecha: Dave y Lars en el escenario donde cantaron juntos ‘Anarchy in the UK’

En 1993 Metallica aún seguía de gira presentando Metallica, el Black Album para los amigos. En cuatro conciertos de dicha gira, tuvieron como invitado a Megadeth. Se podría decir que es la primera vez que compartían cartel, al menos de forma premeditada, ya que en 1985 Megadeth ocupó el lugar de Anthrax. En dicha actuación, Mustaine dijo al público que la animadversión entre ambas formaciones ya era cosa del pasado. En una entrevista al programa de la MTV Headbanger’s Ball, mientras comenzaba la actuación de Metallica, responde a una pregunta diciendo que él había enterrado el hacha de guerra hacía años. Acto seguido, la entrevistadora le pregunta si saldría al escenario a tocar con sus excompañeros, a lo que Mustaine contesta con un seco y tajante “no”.

En 1998, en el programa Behind the Music del canal estadounidense VH1, se trata la historia de Metallica haciendo numerosas entrevistas a gente relacionada con la banda. Obviamente, abordaron el despido de Mustaine, aludiendo a la situación insostenible que vivieron provocada por las adicciones de este pero, sobre todo, por la forma en la que las drogas y el alcohol le hacían actuar, pues el abuso del alcohol estaba generalizado dentro de la banda, pero solo uno de sus integrantes se volvía realmente agresivo bajo sus efectos. Él mismo participa en este documental, confirmando lo violento que se volvía estando ebrio.

En 2001, en una nueva entrega del mismo programa, se hace un repaso de toda la historia de Megadeth o, más bien, de la carrera de Dave Mustaine. Familiares, productores y, sobre todo, músicos que trabajaron con él, son entrevistados y hablan sobre la banda y su líder. Entre estos, se encuentran James Hetfield y Lars Ulrich, que vuelven a comentar todo lo sucedido en los orígenes de Metallica.

En 2004 se publica el documental Some Kind of Monster donde se muestra a Metallica pasando uno de sus momentos más delicados, con Newsted abandonando, Hetfield en rehabilitación por alcoholismo y Ulrich tratado por un psicólogo. Precisamente Ulrich contactó con Mustaine para que apareciera en una sesión con él y el psicólogo, para tratar el tema de su salida.

En 2008, tras publicar Death Magnetic, Metallica promociona su disco y son invitados en un programa de la televisión francesa, donde Hetfield acaba imitando a Mustaine.

 

En 2010 tuvo lugar uno de los acontecimientos con los que cualquier aficionado a este tipo de música habría soñado. Las cuatro bandas norteamericanas de thrash metal más grandes (por el número de ventas) se reúnen para dar una serie de conciertos. El nombre elegido para tal evento no brilló por su originalidad: The Big Four. Metallica, Slayer, Megadeth y Anthrax compartieron cartel en EEUU. En Europa, actuaron en Sofia (Bulgaria) y esa actuación con interesantes imágenes de backstage se encuentra documentada en un dvd que salió a la venta.

A finales de 2011 Metallica dio cuatro conciertos en el The Fillmore de San Francisco, para celebrar el trigésimo aniversario de la creación de la banda. En dichos conciertos, aparecen multitud de invitados, como Ozzy y Geezer Butler (Black Sabbath), Rob Halford, King Diamond…, y los antiguos miembros de la banda (salvo Cliff Burton). Dave Mustaine aparece el último día y toca con ellos hasta cinco temas: ‘Phantom Lord’, ‘Jump in the Fire’, ‘Metal Militia’, ‘Hit the Lights’ y ‘Seek and Destroy’.

Conciertos en The Fillmore, San Francisco.

Polémicas

Los tira y afloja entre Dave Mustaine y Metallica durante estos 38 años se reducen básicamente al despido y al uso del material escrito por el primero.

En cuanto al despido, Mustaine ha declarado en varias ocasiones que comprende perfectamente que lo echaran, porque las drogas y el alcohol, unidos a su ímpetu juvenil, arrogancia y malas pulgas, lo transformaban en una persona difícil de tratar. No obstante, también ha reiterado y puesto énfasis en que no le advirtieran ni le ofrecieran una segunda oportunidad.

En relación al material compuesto por él, siempre ha recordado que ese 11 de abril de 1983, cuando le comunicaron que ya no contaban con él, les pidió expresamente que no utilizaran sus composiciones. En Kill ‘em All (1983), aparecen cuatro temas con su nombre en los créditos y dos en Ride the Lightning (1984). Además, Mustaine afirma que hay un riff compuesto por él en ‘Lepper Messiah’ de Master of Puppets (1986).

La última gran polémica se produjo poco después de los conciertos del Big Four. Metallica llevaba tiempo deseando reeditar No Life ‘til Leather y, para ello, debían contactar con Mustaine. Hetfield lo llamó y el problema surgió cuando le comentó que Ulrich quería aparecer en los créditos, algo a lo que se opuso frontalmente Mustaine, pues, según afirma, la maqueta estaba compuesta prácticamente en su totalidad por Hetfield y él, y no estaba dispuesto a cederle sus derechos a Ulrich. En una entrevista lo explicaba así:

Escribí todo ‘Mechanix’ y ‘Jump in the Fire’. Sobre ‘Phantom Lord’, compuse cada nota de la música, James aportó las letras. Eso es 50 y 50. Si James quiere darle su porcentaje a Lars porque le tiene miedo, es cosa de él. Yo no le temo a Lars Ulrich y no le daré mi porcentaje. Lo mismo con ‘Metal Militia’, yo escribí la música y James las letras… No le cederé mis derechos a Lars Ulrich.


https://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=1417427&md5=262fef28c733e5e10f239eaead315383&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe
Sonreíd cabrones, pero no os doy mis derechos.

Conclusiones

¿Se le da una importancia desmedida a su historia como miembro de Metallica? Aunque su estancia en Metallica no se extendiera más allá de un año escaso, su influencia y contribución fue más que notable. No hablamos de un colaborador puntual ni mucho menos de un músico de sesión que ayude a grabar unas pistas o participe en algunos shows. Prácticamente era un miembro fundador, pues se unió uno o dos meses después de su creación, cuando apenas tenían un tema en un recopilatorio de bandas desconocidas y ni siquiera habían dado un concierto. Además, colaboró componiendo casi la mitad del material de No Life ‘til Leather. Tampoco resulta desdeñable, aunque lo pareciera, su labor de marketing como el miembro “malote” que hacía de frontman, provocador y agitador, contribuyendo así a agrandar la fama de la banda en el underground metalero y a posicionarse frente al glam metal, tan de moda por esa época.

¿Es un llorón y un resentido? Kirk Hammett comparó, no hace mucho, el sentimiento de Mustaine hacia Metallica durante todo este tiempo, con la pérdida de “la mujer de tu vida”. En cierto modo, este símil es bastante certero y no es difícil inferir lo mismo, pues si algo ha caracterizado a Mustaine siempre (tal vez, más de joven que ahora) es su condición de bocazas. Ha declarado en multitud de ocasiones no tener problemas con sus antiguos compañeros para, poco después, criticarlos, demostrando una inestabilidad emocional y una frustración equiparables a esos altibajos que sufre el tortolito cuando lo abandona su tortolita, los mismos que Laura cuando Marco se fue  y los mismos que Ginés cuando Felisa lo mandó a freír espárragos.

¿Estaría aún hoy en Metallica en caso de haber gozado de un voto de confianza? Su expulsión se habría producido sí o sí, aunque le hubiesen dado una segunda, una tercera y una duodécima oportunidad. Sus problemas con las drogas no acabaron en 1983 y, aun aprendiendo a tolerar sus desfases, hubiera sido harto complicado mantener el equilibrio en la banda con tanto ego. El mismo Mustaine ha reconocido también que no vale para recibir órdenes, sino más bien, para liderar, así que, o lideraba su propia banda u otro miembro hubiera debido marcharse. Hace años, dijo en una entrevista que hubo momentos en los que él y Hetfield pensaron también en echar a Ulrich. Además, su compleja personalidad y su arrogancia tampoco ayudaban. Prueba de esto es que no solo ha tenido roces y cruces de declaraciones con Metallica. Conocidas son también sus polémicas con Kerry King y Tom Araya (Slayer), Mike Muir (Suicidal Tendencies), Phil Anselmo (Pantera) o Chuck Billy (Testament). No sería descabellado pensar que, en los 90, hubiese tenido también una polémica muy agria con el mismísimo Iñaki Gabilondo.

¿Historia real o reality show? No cabe duda de que todo lo que hemos contado es real y está más que documentado. Sin embargo, en la industria musical se vende algo más que música y esta historia, con todo el morbo que la rodea, ha salido bastante rentable y se ha buscado y magnificado hasta el extremo cualquier hecho o declaración entre ambas partes. Mustaine ha llegado a afirmar que parte de su éxito se ha debido a ser el “Metallica guy”. Significativa fue también su aparición en Some Kind of Monster. Posteriormente declaró en su autobiografía (Mustaine: Memorias del heavy metal 2009) que Ulrich le dijo que su participación en la grabación sería muy positiva para su carrera.

¿Metallica o Megadeth? El despido de Mustaine originó que, en vez de una, pudiéramos gozar de dos enormes bandas de thrash metal, así que, no nos hagamos más esta pregunta, por favor. Por supuesto, es cuestión de preferencias y, si tuviera que mojarme, diría que Megadeth es mejor técnicamente por los excelentes músicos con los que ha colaborado, pero que Metallica ha conseguido crear una música con más gancho y, quizá, ahí haya influido la voz de Hetfield, bastante mejor que la de Mustaine, en mi opinión. De todas formas, dejemos que se pronuncie el maestro:

 

 

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