Recordando «Pressing Catch». Parte I

Muchos de los nacidos en los 80 o, más bien, de los que crecieron en esos años se sienten, en cierto modo, privilegiados, en tanto en cuanto es una década destacada en muchos ámbitos, al menos, en la cultura occidental. Su infancia o juventud se dio en un contexto que los hizo testigos del nacimiento o de la consolidación de nuevos estilos musicales (punk, glam rock, thrash metal…); del estreno de películas que, habiendo envejecido peor o mejor, han marcado a toda una generación (los Goonies, Blade Runner, El imperio contraataca, Mad Max 2, la historia interminable…); de la aparición de los primeros videojuegos (que no del primero); o de importantes hechos históricos, como la caída del muro de Berlín o el desastre nuclear de Chernóbil.

Dentro de nuestras fronteras se sigue recordando, muy a menudo, programas de televisión como La bola de cristal, grupos musicales como Mecano u Hombres G, hitos deportivos (el mundial de fútbol del 82 o la plata de la selección de baloncesto en los JJOO de Los Ángeles 84), la constantemente evocada Movida madrileña o la creación de los canales autonómicos de televisión.

Es en el tránsito de los 80 a los 90 cuando se amplía, aún más, la oferta televisiva con la fundación y el inicio de las retransmisiones de los canales privados Antena 3 y Tele 5. Este último se caracterizaba por tener el 50% (si no más) de su parrilla copada por el concurso VIP, con todas sus variantes (VIP guay, VIP corazón, VIP tarde, VIP noche…) y por ser una suerte de fiesta de la silicona y de la charcutería (Carmen Russo, las Mama Chicho, las Cacao Maravillao…).

Parecía como si, en los primeros años de los 90, no hubiera habido evolución alguna (recordemos los momentos estelares de algunos late-night o programas de variedades de finales de los 80, protagonizados por mozas con poderosa delantera y probables molestias lumbares – Sabrina, Samantha Fox o Danuta Lato-). Por otro lado, es de pura lógica no esperar que, del 31 de diciembre del 89 al 1 enero de 1990, se dé ipso facto un cambio radical en la mentalidad de una sociedad.

‘La cadena amiga’. Probablemente la responsable de que cuñados, «gafapastas intelectualoides» y demás fauna con desmesurado afán de protagonismo digan que solo ven los documentales de la 2.

En 1991, Tele 5 compra los derechos para emitir el wrestling estadounidense, concretamente el de la WWF (World Wrestling Federation), pues había otras ligas (o promociones, como las llaman ahí) de lucha libre, como eran la WCW (World Championship Wrestling) o la ECW (Extreme Championship Wrestling). No era algo novedoso en nuestro país, sino que ya había habido, desde hacía unas décadas, espectáculos de lucha libre en distintas ciudades españolas. La novedad era verlo en televisión. Se consideraba un deporte y se le llamaba simplemente Catch, y de ahí pasaron a denominarlo Pressing Catch en Tele 5, dado que solían añadir el término “Pressing” a cualquier programa deportivo (para más información sobre el porqué de esa denominación y de la historia del Catch en España visiten ustedes esta maravillosa página: https://www.planetawrestling.com/pressing-catch-en-espana-por-que-utilizamos-este-termino/ ). Y es así como aún lo conocemos y lo llamamos aquellos que nacimos en los 80 y crecimos con el cambio de década.

Teatralización

Si hace 29 años aún no te afectaba de lleno el pavo puberal y albergabas la inocencia de un niño de 4º o 5º de EGB, podías pertenecer solo a dos conjuntos: los que no se creían el espectáculo del wrestling y los que se resistían a pensar que fuera una burda y, todo sea dicho, muy cutre teatralización.

He de reconocer que un servidor pertenecía al segundo grupo. No quería ver la farsa pero, por otro lado, a un jovenzuelo que había crecido jugando con los ‘Masters del Universo’, viendo películas de acción como Rocky, Conan o Perseguido, se le hacía harto difícil digerir el ver cómo moles humanas de más de dos metros de altura, que pasaban con holgura de los 100 kg de peso, propinaban unos golpes tan ridículos. Parecía que se disponían a dar un buen puñetazo para acabar casi acariciando la cara del oponente con el antebrazo, podían quedar KO, totalmente inconscientes, si les arreaban un sillazo (de un metal bastante ligero) en la espalda (incluso a esa edad ya intuíamos que el zapatillazo de tu madre picaba más), los estampaban contra una lona que era como una cama elástica o golpeaban sus rostros con los protectores de las esquinas del cuadrilátero, más mullidos que uno de esos colchones que otrora anunciaba Constantino Romero.

Medirás más de dos metros y pesarás más de 200 kg, André, pero como Hulk te atice con esa arma de destrucción masiva, olvídate de ganar el combate.

Pero la dramatización no se quedaba solo en el ring. Se creaban unas enemistades acérrimas entre luchadores de la noche a la mañana por los motivos más inverosímiles. Esto suponía que se configuraran dos bandos definidos por un maniqueísmo descomunal, al que, muchas veces, también se le añadía grandes dosis del chovinismo más rancio y exacerbado. Los buenos (face) y los malos (heel). Por supuesto, siempre había algún personaje de la URSS (como Nikolai Volkoff ) o de cualquier país con el que los EEUU tuvieran algún conflicto, que eran malos malísimos; y luego estaban los buenos, pedazos de pan que siempre que podían ondeaban la bandera de las barras y las estrellas. Un caso paradigmático era el del Sargento Slaughter, que, en plena invasión iraquí en Kuwait, se volvió tan heel que se alineó con los enemigos, bajo el mando del General Adnan. Más adelante, recapacitaría y, entre lágrimas, abrazaría y besaría la bandera de su USA querida, volviéndose un tipo la mar de entrañable.

En la versión femenina, el GLOW (Gorgeous ladies of wrestling), no se quedaban atrás. La favorita del público y la que personificaba la bondad se hacía llamar directamente Americana y sus dos mayores antagonistas eran la soviética Coronel Ninotchka y Palestina (a la que también llamaban The terrorist). A propósito de esta promoción de wrestling femenino, no puedo dejar de recomendar encarecidamente el visionado del vídeo que servía de introducción. Si se ve la versión original, se podrá disfrutar de una breve canción con toques de rap entonada al unísono por todas las luchadoras, que bailan graciosa, alegremente y con total desenfado mientras cantan la mencionada tonada (https://www.youtube.com/watch?v=xcTvQ2PwQ7U ). Muy “ochentero”. O, si alguno de nuestros lectores es tan temerario, se puede ver la horrorosa versión doblada al español (https://www.youtube.com/watch?v=NA1AbjnUH98 ).

Iron Sheik, de origen iraní (también en la vida real). A principios de los 90 pasó a ser Colonel Mustafa (iraquí). ¿Se debería a la Guerra del Golfo? Who knows?

Pressing Catch “ochentero” vs. WWE

A pesar de los pesares y quizá porque en esa época no teníamos mucho donde elegir al encender la tele, el Pressing Catch tuvo bastante éxito entre la generación de la EGB. Si además recordamos que el programa que solía precederlo en la parrilla de Tele 5 era ‘Humor Amarillo’, pues con más razón. Y, al final, acababas haciéndote seguidor incondicional de un luchador y ya no había marcha atrás.

En 1994 dejó de emitirse y no volvería a verse en abierto hasta la década siguiente. Ya no era lo mismo. Prácticamente todos los personajes con los que nos habíamos encariñado, por un motivo u otro, ya no estaban. Es más, nos sorprendió a la mayoría ver que The Undertaker o Shawn Michaels aún seguían en activo.

A la izquierda vemos a The Midnight Rockers (Marty Jannetty y Shawn Michaels) en los 90. Al lado, S. Michaels hace pocos años. A The Undertaker lo vemos en el centro-derecha debutando en la WWF, y a la derecha, en la actualidad.

Es cierto que en la WWE (World Wrestling Entertainment), que es la suma de las antiguas WWF y WCW, los combates son más vistosos, los luchadores actuales son más técnicos y el espectáculo en general ha mejorado. En la WWF recuerdo que me llamaba mucho la atención, por inusual, el estilo casi acrobático de los The Midnight Rockers: piruetas, saltos, golpes sincronizados…, pero eran una minoría los dotados de tanta técnica. Por aquel entonces, quizá primaban más la parafernalia, el vestuario, la imagen…. elementos que en la WWE se siguen teniendo en cuenta, pero son más secundarios. Además abundan los wrestlers ágiles como Chris Jericho, Rey Mysterio, Seth Rollins o AJ Styles.

Otra gran diferencia entre ambas promociones es la existencia de roles en la WWF. Muy pocos luchadores no encarnaban un personaje. Había de todo: policías, un vikingo, un sepulturero, un marinero, militares, un gaitero, un barbero, guerreros nativos americanos …. Esto seguramente nos lo hacía más atractivo, cuando éramos unos renacuajos, y su ausencia ahora en la WWE (y el hecho poco baladí de que tengamos 30 años más) quizá nos deje un regusto descafeínado.

En cuanto al vestuario y la imagen, hay detalles que muestran que la moda de los 80 aún estaba muy presente a principios de los 90. Vestimentas con colores chillones, lentejuelas, flecos… y ¿qué decir de los peinados? Laca, tintes y vestigios de lo que en su día fueron llamativos mullets.

Randy Savage (AKA Macho Man, AKA Macho King) y The Ultimate Warrior ataviados con discretas vestiduras y elegantes accesorios.

Un nexo de las dos épocas para los televidentes españoles fueron, sin lugar a dudas, los comentarios del recientemente (ahora hace justo un año y un año pasa volando) fallecido Héctor del Mar. Sus latiguillos, chascarrillos y su peculiar forma de comentar, seguían latentes en la memoria de los que fuimos preadolescentes de la EGB que sacrificaban horas de descanso todos los sábados y se levantaban temprano para disfrutar de una sesión de Pressing Catch.

Del estilo de don Héctor del Mar se podría hablar largo y tendido, así como de la trayectoria de los luchadores más carismáticos o del qué fue de otros que cayeron en el olvido. Pero eso es otra historia que quizá abordemos en un futuro no muy lejano.

15 comentarios

  1. Madre mia, ¡¡Qué maravilla!! Me ha recordado como si fuera ayer al mítico evento que celebraron en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Se llenó hasta las trancas para presenciar el combate estrella entre El Enterrador y Tito Santana, un mejicano mierdecilla que se sacaron de la manga para hacer de luchador local. Recuerdo como todos los chavales de la época nos dejamos la garganta para celebrar la victoria del desconocido Tito tras un combate agónico en el que incluso El Enterrador estuvo a punto de llevárselo en su bolsa para cadáveres. Tambien recuerdo que dicho combate me costó mi primera pelea seria con otro chaval cuando este me espetó «Tito es un mierda. Si esta pelea la gana en EEUU entonces será alguien»… Eran otros tiempos…

    • Ese evento al que haces referencia fue un verdadero hito en la historia de la lucha libre en España. Era la primera vez que una promoción americana decidía ofrecer un espectáculo en nuestro país. Seguramente por el éxito que alcanzó el programa de TV. Más adelante, y aún hoy, la WWE y sus luchadores nos han seguido visitando.
      En cuanto a Tito Santana, no era muy conocido aquí, ni tampoco el luchador más carismático, pero ya llevaba sus años en el mundillo del wrestling, donde formó pareja durante dos años con Rick «Modelitos» Martel.
      Además de ese combate, que era el plato fuerte de la velada, también pelearon los Rockeros contra Poder y Gloria (Hércules y el mismísimo Paul Roma) o Ric Flair contra Tornado Texas. Recuerdo llevarme un enorme disgusto con este último combate. Un escuálido luchador, una piltrafilla ganando (con trampas) a mi favorito, más grande, más joven y más cachas que él. Menuda injusticia.
      Para terminar de recordar dicho acontecimiento, te recomiendo un breve artículo que se publicó en El Mundo Deportivo hace pocos años: https://www.mundodeportivo.com/wwe/20161101/411486240460/asi-fue-el-show-de-wwe-en-barcelona-hace-25-anos.html

      Saludos

    • ¡Gracias, Wilbur! No se pierde vd. ni un solo artículo de nuestro Fanzine.

      Desde luego, El Enterrador es el luchador con más seguidores. Carisma no le falta y es raro encontrar aficionados a la lucha libre que no simpaticen con él.

      En breve me pondré con la segunda parte, pero mis compañeros Roy, Chevys, Corey y Priscilla (y quizá alguno más) seguro que contarán historias interesantes mientras tanto. No se aburrirá, se lo garantizo.

      Saludos cordiales.

  2. En la retina de toda una generación están instaurados todos esos míticos personajes y sus respectivos grandes combates legendarios. Fue una época entrañable y conmovedora. Nunca olvidaré las sensaciones que recorrían mi mente cuando entraba en escena Hulk Hogan o Ultimate Warrior. Sus vestimentas… cada uno con su canción de cabecera cuando entraba al ring… sus nemesis… sus historias enrevesadas entre bastidores…
    Sin lugar a duda, la época dorada del Catch siempre narrada para nuestras pantallas por el mítico Héctor del Mar. RIP

  3. Con ganas de seguir leyendo me has dejado. Espero esa segunda parte. Ojala no se demore demasiado. Y por favor explica porque el gran hulk hogan paso de ser face a ser hell (creo que llego a secuestrar al la novia/hijo/alguien de un contrincante suyo. Mi infante corazón sufrió con aquello.

    • Me alegro de que le haya resultado interesante, sr. Rogers. Próximamente se publicará la segunda parte. Hay que respetar unos plazos y un orden de publicación. Tenga en cuenta que la familia Milkbar crece y que últimamente nuestros colaboradores están inspirados. En un principio no tenía pensado hablar de Hogan ni de los luchadores más conocidos, sino recordar a algunos de los que no se ha hablado tanto, además de otros aspectos del wrestling.
      Lo que sí le puedo comentar es que Hogan comenzó en el mundo del catch a finales de los 70, siendo heel. Como curiosidad, le puedo confirmar que seguía siéndolo en el momento de su aparición en Rocky III (como Thunderlips, malote a más no poder), en 1982. Poco después, tras ayudar a Bob Backlund (leyenda del wrestling) pasó a ser face, condición que mantuvo hasta 1996 cuando pasó a llamarse Hollywood Hogan.
      En cuanto al «secuestro» sí que me acuerdo de un combate junto a Macho Man, durante el cual éste golpeó, accidentalmente y sin darse cuenta, a su señora (Miss Elizabeth) que quedó inconsciente. Hogan la tomó en brazos y se la llevó saliendo lentamente y con rostro compungido del recinto. Al ver cómo se la llevaba, Randy Savage lo malinterpretó, se puso celosón y fue él el que se pasó al lado oscuro (o como prefiere el compi de redacción, al reverso tenebroso). Dejó de ser Macho Man para ser Macho King y se buscó otra chorba (Sensational Sherri). Una historia a medio camino entre un corral de comedias de Lope de Vega y una entrega de Gandía Shore.
      No sé si esta anécdota se corresponde con el recuerdo que vd menciona y que tanta amargura le causó en su infancia.

    • Si tenemos en cuenta la casuística relativa a las defunciones tempranas entre los wrestlers, se podría afirmar que el último guerrero tuvo suerte de llegar a los 54 años. Luchadores de su época y que conocemos los que seguíamos la WWF en tele5, como son The Texas Tornado, British Bulldog, Mr. Perfect o Earthquake no pasaron de los 45, incluso los dos primeros no llegaron a los 40.

  4. Viendo The Last Dance, la excelente serie documental sobre Michael Jordan, me ha sorprendido gratamente que comenten en él la pelea dentre Dennis Rodman y Hulk Hogan.. como experto en el tema ¿ Ezequiel, que opina usted de semejante momento televisivo?

    P.D:Con muchas ganas de leer esa segunda parte.

    • Raro era el fregao en el que no se metiera el «bueno» de Rodman. Lo vimos corriendo en Pamplona en un San Fermín, visitando a su amiguito Kim Jong-Un, acusando a su señora (Carmen Electra) de haberle introducido un macarrón por el mismísimo recto… Así que lo de sus pinitos en el mundo del wrestling no parece muy excéntrico.
      Como curiosidad sí que podemos destacar el combate entre Hogan y Rodman contra Diamond Dallas y Karl Malone. Malone y Rodman llevaron su rivalidad de las pistas de baloncesto al ring. Y no fueron los únicos. Shaquille O´Neal también participó en algún combate. Incluso Donald Trump hizo su «cameo».

  5. Que delicia jajaja la segunda parte ya!!, y homenaje a Hector del Mar, un grande!!
    Super divertido joder.
    Aquí estoy porque he venido, porque he venido aquí estoy, si no te gusta mi canto, como he venido me voy.

    • ¡Pardiez! ¡Qué «frasaca» de don Héctor! ¡Menudo spoiler de la segunda parte! Estamos trabajando en ello y habrá un pequeño homenaje a este entrañable comentarista. Y hasta aquí puedo leer.

  6. Vaya pedazo de artículo. Mi más sincera enhorabuena. Hace tiempo que no me reía por dentro, esa risa que te alegra el corazón y te lleva a un tiempo en el que sentías que eras feliz de verdad. ¡Qué grandes momentos! Fueron años jugando al pressing, ya fuera con muñecos o entre nosotros haciendo el cafre. Mi favorito sobre todos era El último guerrero con su «baile de San Vito». Buah!! Era mítico cuando estaba todo perdido se volvía loco y empezaba a dar «piñas» y terminaba ganando.
    Hay una cosa que has pasado por alto y que siempre me llamó la atención. El tema de la cuenta atrás para ver quien ganaba. La tercera palmada al suelo, por parte del árbitro, era carísima. Las dos primeras las daba sin problemas pero la tercera se pagaba muy cara. Aún estando moribundo, el que iba perdiendo siempre le quedaban fuerzas para levantar la espalda y parar la cuenta atrás.
    Buenísimo artículo Ezechiel

    • Muchas gracias, me alegro de que le haya gustado. Ciertamente el Pressing Catch nos proporcionó grandes momentos y mucha diversión a los chavales de la EGB. También que es verdad que muchos nos llevamos algún disgusto imitando a sus personajes.
      Mi favorito era The Texas Tornado porque siempre he sentido cierta predilección por los secundarios. La verdad es que casi siempre que se enfrentaba a algún malote cañero, perdía.
      Cuando se me propuso hablar de este tema, no sabía cómo abordarlo. Se podía tratar tantas cosas relacionadas con el Pressing Catch que no sabía por donde empezar. Por eso me he dejado tantas cosas en el tintero, como por ejemplo, la que tú mencionas de la cuenta de tres. Creo recordar que alguno se zafó de su oponente antes incluso de la segunda palmada, pero no era lo normal. También recuerdo otra forma distinta de declarar el combate finalizado. Cuando un luchador le hacía un candado a otro y éste quedaba inconsciente, el árbitro levantaba uno de sus brazos tres veces. Si las tres veces caía, entonces perdía el combate. Ahí sí que se veía a un supuesto luchador moribundo, en las últimas, que por obra y gracia de alguna deidad, conseguía mantener el brazo levantado a la tercera y que, como muy bien decía Héctor del Mar, sacaba fuerzas de flaqueza.

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