Crítica: H.e.a.t II (2020)

Hace tiempo que Suecia es país referencia en lo que respecta a rock duro y derivados. El talento de muchos de sus artistas es innegable y no es de extrañar que sea el tercer país que más música exporta en todo el mundo. Dentro del hard rock melódico / AOR, género que en la última década disfruta de una segunda juventud, encontramos una banda como H.e.a.t. Verdaderos abanderados de este resurgimiento, llevan ya años dando la lata, en concreto desde 2008 con un disco debut bastante reseñable.

Herederos de esa tradición escandinava, de ese sonido de mediados-finales de los 80 (de hecho son de la misma ciudad que Europe), H.e.a.t lleva el estilo a una nueva dimensión, logrando un sonido consistente, moderno y actualizado. Sus directos son prueba de ello, shows donde la energía de su cantante y frontman contagia a los demás miembros y la banda rinde al máximo, permitiéndoles tener una buena base de fans.

Después de varios álbumes con más altos que bajos (quizá el predecesor Into the great unknown no cumplió la expectativas debido a experimentos que no funcionaron) publican este II y no consiguen otra cosa más que marcar territorio, ¡y de qué manera! con un disco top, casi de 10. Directo, potente, melódico, con una producción brillante, excelentes canciones y una interpretación con una fuerza y energía como si fuera la de una banda que hubiera publicado su primer disco. De ahí el título, II, pues según la nota de prensa, declaran que es el disco que sacarían en este momento si resultara ser el primero como banda.

Yendo al lío, estamos ante el candidato a álbum del año. Temazo tras temazo, H.e.a.t proponen un dinámico álbum en el que no hay tregua. La cosa comienza con ‘Rock your body’, un tema que te prepara para lo que viene. Un buen riff y un estribillo repetitivo que funciona bien como presentación.

‘Dangerous Ground’ te pone las pilas con su ritmo a altas revoluciones, energía «hardrockera» y motivadora que se convierte en un favorito personal en el que destaca sobre todo el solo de guitarra.

‘Come Clean’ es clásico H.e.a.t, con esa estructura característica de pre y estribillo fácil de corear; ‘Victory’ quizás su tema más «cañero» hasta la fecha, llegando incluso a momentos metaleros; ‘We Are Gods’ tiene una intro blues que deriva en algo más heavy rítmicamente.

No hay respiro; con ‘Adrenaline’ vuelven esos elementos característicos de la banda, estrofa melódica, coros épicos, pre y estribillo superpegadizos. Continúan en la misma línea de intensidad con ‘One By One’, primer single que publicaron, y después de esta, la calma con ‘Nothing To Say’, una balada-medio tiempo como mandan los cánones.

 

En ‘Heaven Must Have Won An Angel’ encontramos elementos más modernos y actuales referentes al género, aunque siguiendo el mismo patrón. ‘Under The Gun’ recuerda a épocas pasadas, ¡qué estribillo! y la cosa termina con ‘Rise’ de la mejor manera, una canción que ejemplifica lo que te ofrece H.e.a.t en este álbum, rock duro melódico en todo su esplendor, con una intro de teclado que deriva en un tema «cañero» con un final apoteósico.

En cuanto al rendimiento individual, me atrevo a decir que es la mejor interpretación vocal del cantante Erik Grönwall hasta la fecha. Fuerza, actitud y sentimiento a partes iguales, transmite más que nunca, y en ciertas partes sorprende con varios registros. El guitarra Dave Dalone muestra una solvencia, actitud, feeling y virtuosismo hasta ahora desconocidos. Su guitarra toma protagonismo en muchas ocasiones, lo que se traduce en un disco predominantemente guitarrero.

Jona Tee aporta ese sonido vintage de los teclados, contrapunto a la agresividad de la guitarra, y la base rítmica formada por el bajista Jimmy Jay y el batería Don Crash añaden esa necesaria garra para conformar ese perfecto sonido equilibrado del conjunto.

En el apartado «letrístico», aspecto en el que no destacaron anteriormente, se nota un mayor esfuerzo y menos canciones que hablen de lo mismo, es decir, de amor o desamor, algo característico y definitorio del estilo. Que sirvan de ejemplo ‘Victory’, ‘We Are Gods’ o ‘Under The Gun’, títulos o letras más propias de bandas más duras.

En definitiva, un álbum brillante y recomendable a cualquier fan del rock duro. Un clásico moderno ya.

Highlights: ‘Dangerous Ground’, ‘Come Clean’, ‘Adrenaline’, ‘One by One’, ‘Rise’.

Duración: 45:1

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