Colaboradores


Ian Malcolm

Propietario de comercio después de ver que de los parques temáticos de dinosaurios no se puede vivir. Todo su conocimiento se basa en la teoría del caos. Colaborador de Milkbar solo los fines de semana, el resto de días ve cómo la vida se abre camino. Frase favorita: “No olvide lavarse las manos antes de comer”.

Ian Malcolm


Vive en un videoclip Stoner. Incondicional de la historieta, el género negro y el cine setentero. Las jarras, directas del congelador. Aspira a destilar su propio licor café, oscuro como su gato.

Roy Earle


Simmons

Traductor de profesión, lector de afición, cineasta de vocación. Divide su tiempo entre vivir en una isla remota del norte de Escocia, recorrer el mundo haciendo autoestop y codearse con celebridades en Hollywood. Superpoder: bailar tango.

Simmons


Trabaja como programador informático. Es músico aficionado, adicto a los videojuegos clásicos, y a todo artefacto electrónico que tenga más de 30 años.

coreyF


De profesión ilustrador y creador de personajes para videojuegos en Barcelona. Paciente padre de dos niños, a veces. Dibujante de cómics esporádicos, amante de la animación y acumulador de cómics, buena música y cacharros retro.

D. Peña

Visita mi sitio web y echa un vistazo a algunos de mis trabajos aquí


Príncipe y princesa. Pone su alma en juego en cada párrafo, porque si la vende, nadie se la compra. Romántico en las distancias cortas. Un conocedor del género underground hasta sus sucias entrañas. Si le das un motivo te dará cien razones.

Seguro que desde este momento ya estás sintiendo algo por él…

Priscilla Reed


Metalero apunkarrado y músico frustrado. No concibe un baile sin empujones, desnucamientos y guitarras de aire. Aficionado al lúpulo, a los podencos, al humor absurdo y enemigo declarado del estrés. Rara vez da su palabra, porque si lo hace, cumple con ella.

Ezechiel Pregzt


Melómano empedernido, cuando no toca la guitarra, dedica el tiempo libre a dar clases de idiomas. Entusiasta del cine animado y coleccionista de botellas de cerveza. Su sueño: tener su propio restaurante.

Chevy Trevor


Comparte piso con cuatro desastrosos felinos que trapichean con coleteros. Ama el queso, el buen vino y los muertos (pero solo si están en los huesos y tienen más de cien años). Hovopesquetariana por convicción (sea lo que sea eso). Lo mismo te baila el Cascanueces que te la encuentras saltando con los riffs de Dregen en la Joy Slava.

Caterina Chevalier