Outer Wilds. La aventura de perderse en lo salvaje

Outer Wilds portada

«En algún lugar algo increíble está esperando ser descubierto»

Carl Sagan

Creo que es universal en el ser humano el que en algún momento de nuestra infancia nos quedemos embelesados observando las estrellas en una despejada noche de verano. Quizás a la luz de una pequeña hoguera. Alimentados por lo que hayamos visto en alguna película de ciencia ficción espacial o por lo que nos hayan enseñado en clase sobre el viaje de unos locos a nuestro único satélite natural. En seguida nos dejamos hipnotizar por esa bóveda oscura, estrellada, y por supuesto, inalcanzable. Y seguramente fascinados con la vista puesta hacia nuestro cenit, el cerebro nos estalla con miles de preguntas y de fantasías sobre esos pequeños destellos que cuelgan a cientos de años luz. Preguntas la mayoría sin respuesta. Fantasías de naturaleza inconmensurables. En resumen, un cielo estrellado nos evoca sobre todo misterio. Y con esto sale a relucir otro universal humano: donde hay un misterio, el ser humano pone su obsesión. Y el espacio es el mayor misterio de todos.

Imagen in game I
Las fogatas campestres no son tan diferentes en el espacio exterior

Todo esto lo sabe bien Alex Beachum, principal culpable a nivel creativo de “Outer Wilds”, la maravilla de la que os vengo a hablar en mi bautismo de fuego en este Sagrado Fanzine. Este videojuego mezcla de “Stargate”, “El Principito” y “El día de la marmota” ya tiene de por sí una historia curiosa en su creación. Déjenme que se la resuma antes de entrar en materia del propio videojuego:

“Outer wilds” es un videojuego indie el cual nace en la cabeza de Beachum en 2012 como trabajo final en su máster de Bellas Artes en Medios Interactivos en la Universidad del Sur de California. Un concepto que definió en su portada de la tesis como “un videojuego de exploración espacial impulsado por la curiosidad”. Y tras siete años de desarrollo ha conseguido despegar y convertir esa idea en uno de los videojuegos más fascinantes a los que he podido jugar en mi vida. Eso sí, tras una campaña de crowfounding exitosa y la ayuda del mismísimo Hiro Nakamura… Perdón, quiero decir del actor Masi Oka que también se dedica a producir videojuegos. Estos dos junto a otros amigos desarrolladores del indie han creado la pequeña empresa de videojuegos Mobius Digital para parir finalmente “Outer Wilds” y aventurarse en la difícil industria del videojuego.

Equipo de Moebius
Hiro y su gente lo tienen bien claro: “Salva a la escena indie. Salva al mundo”

La crítica especializada se ha volcado con esta joya. Incluso ha ganado el Bafta al Mejor Juego del Año, que se dice pronto. Pero “Houston, tenemos un problema…” Desde su salida en Mayo de 2019 ha sido eclipsado por otro juego de nombre casi clónico y de características supuestamente similares: “The Outer Worlds”, de la mano de los creadores de las entregas “buenas” de “Fallout”, es decir, de la prestigiosa compañía Obsidian. Y esa sombra es muy grande para una pequeña compañía Indie que acaba de empezar. Un final injusto para un viaje de 7 años. Pero poco a poco el “boca a boca” por parte de los que hemos podido jugar a Outer Wilds está consiguiendo que el juego tenga el éxito que se merece. Y ese el objetivo de este artículo: Conseguir que tú, querido lector, te unas a nuestro club de astronautas campestres y formes parte del culto a esta mágica expedición espacial.

Nuestra nave. Imagen In game
“Nuestra nave no tiene nada que envidiar a la mítica Thunder Road”

Y confieso que aquí me invade una profunda duda. ¿Cómo puedo explicarte las maravillas de este videojuego que han conseguido enamorarme de él, no solo a mí, sino a muchísimos jugadores que ya estaban hartos de las repetitivas mecánicas de la industria videojueguil sin estropearte la experiencia de Outer Wilds? Porque el principal motor de la narrativa de este videojuego no es otro que el misterio al que nos encontramos nada más darle al botón de Start. Un misterio que abarca todo un diminuto pero denso sistema solar el cual explota al pasar exactamente 22 minutos de juego por una supernova solar. Hagamos lo que hagamos con nuestra nave espacial hecha a mano, eso va a ocurrir. Boom. Crash. Hasta luego. Fin. Pero con la pequeña sorpresa de que después de morir, volvemos al punto inicial del juego. ¿Por qué pasa esto? No lo sabemos. ¿Es posible evitar la muerte de nuestros seres queridos y de todo el nuestro sistema solar? Tampoco lo sabemos. ¿Cuál es nuestra misión el juego? Nadie nos la dice. Todo es un misterio. Y nosotros somos quienes decidimos cómo resolverlo en el orden que queramos, en nuestra propia nave espacial artesanal, mientras contemplamos por la ventana toda una poética espacial soslayada por una banda sonora excepcional. Nada ni nadie nos guía ni nos dicen a dónde ir primero. En los primeros momentos del juego nos sentiremos perdidos y sobrepasados por no saber exactamente qué hacer ni a donde ir. Una auténtica lección a David Cage y al resto de “sandboxes” sobre lo que es la libertad en un videojuego. Somos quienes mandamos en nuestro viaje y aprendemos a base de ensayo y error. Como en la vida misma. Como auténticos exploradores en plena Terra Incógnita. Y este es uno de los mayores logros de “Outer Wilds”, el poder transmitir de forma abrumadora la percepción de vivir una aventura a lo desconocido. Y estas experiencias son las que nos descubren mucho más de nosotros mismos.

Interior de la nave. Imagen In game
“Esto es lo que pasa cuando no cortas los baobabs a tiempo en tu pequeño planeta”

Y ya está. Poco puedo describir más del juego sin desvelar nada más. Es cómo intentar recomendar un magnífico Escape Room a un amigo que todavía no ha ido. Sólo que este Escape Room ocupa todo un sistema solar. Cada planeta tiene un diseño original y único con mecánicas que fascinan al principio por su diseño, pero maravillan aún más cuando entiendes cómo afectan a la jugabilidad. Los explorarás hasta el último rincón en lo que te dejen esos últimos 22 minutos no de tu vida, si no de la vida en general. Y todo por saciar tu curiosidad. Por resolver el misterio. Por entender el porqué de todo en tu efímera existencia.

Exploración de planetas. Imagen In game
“El interior de cada planeta está lleno de misterios por descubrir”

Es posible que a alguien no le parezca a priori tan original la propuesta de “Outer Wilds” porque en cierta medida recuerda al fantástico y revindicable “The Legend of Zelda: Majora’s Mask” con su fatídico bucle temporal de 3 días. Hay mucho de Zelda en este videojuego y Alex Beachum no se esconde en sus declaraciones diciendo que la saga de Zelda ha sido una gran influencia en su narrativa y forma de exploración. Sin embargo “Outer Wilds” utiliza el bucle temporal de una forma novedosa. Lo que vayamos aprendiendo, lo aprende el jugador, o sea nosotros, no el personaje. Este concepto no solo hace que el juego nos proporcione una sensación más inmersiva al jugarlo, si no que lo acerca más al terreno de la aventura gráfica, o de lo poco que nos queda de este género en estos días.

Una hoguera...
“Sientate a la hoguera y cuéntanos que has descubierto”

Mucho me callo de este juego. Sobre todo de su componente emocional. De lo que puede aportar a cada uno, y de lo mucho que puede hacernos cambiar a nosotros. Pero eso forma parte del final del viaje. No quiero fastidiártelo. Vive “Outer Wilds” a tu manera y déjate llevar por uno de los juegos más especiales de los últimos años. Podemos hablar sobre ello cuando completes esta aventura a la luz de una hoguera, viendo las estrellas en una despejada noche de verano. Junto a otros exploradores, como el Señor Hidalgo que me animó fervorosamente a que probara este juego, y al que se lo agradeceré por siempre. No pierdas el tiempo, despega ya y encuéntrate en lo salvaje. Aquí te estaremos esperando en la lumbre cuando termines tu viaje. Celebrando que pequeños grupos de gente de la escena Indie del videojuego tengan más que aportar a la industria que muchas grandes compañías. Narrando como nos ha cambiado esta aventura. Y por supuesto, contemplando el mayor misterio que pende sobre nuestras cabezas, brillando a cientos de años luz.

Lanzamiento oficial de la versión de «Outer Wilds» para Playstation 4

1 comentario

  1. Gracias por esta increíble recomendación. Un juego que aúna la aventura espacial y la aventura terrenal de acampar con tus colegas en la sierra. Toda una oda a un tiempo de teenager en el que imaginar y descubrir es la única razón para existir. Que buena pinta.

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*