DANNY LACOSTE «Viva Yo»

Desde hace muchos años llevo siguiendo en internet a un mítico sujeto apodado Mugretone, que se mete en todos los fregados de la escena punk madrileña. Su inquietud y compromiso con la cultura underground es tan extravagante como genuina, pero no está exenta de polémica. Por fin, después de tanto tiempo, tengo la oportunidad de entrevistarlo para Milkbar, con motivo del lanzamiento de su nueva maqueta «Viva yo». Un proyecto que firma bajo el seudónimo de Danny Lacoste. No es lo primero que hace ni será lo último, pues estamos ante un prolífico creador que ha abanderado todo tipo de proyectos. Desde el liderazgo de carismáticas bandas punk como Webelos, Tendido Cero o Grupo Sub-1 hasta la creación de sellos discográficos alternativos que han dado cabida y servido de impulso a otras bandas dentro de la escena. Aunque he de reconocer que la primera vez que tuve noticias suyas fue leyendo sus transgresoras publicaciones en www.soloespunksiyolodigo.com una web donde podrán nuestros lectores conocer el sinfín de proyectos en los que está metido. Con él inauguramos nuestra sección de entrevistas. 

Desamores juveniles, romanticismo para perdedores, zombies sanguinarios, un culto exacerbado a la saga de star wars y un ego artístico superlativo. ¿Qué tiene en común Mugretone con Danny Lacoste ? ¿Actúa Danny Lacoste como tu alter-ego para expresar las historias más traumáticas de tu vida? 

En casi todos mis proyectos “musicales” estoy representando un personaje. Mugretone es un personaje también. Aunque es difícil saber a estas alturas dónde empieza y dónde acaba. En T.A.S era un travesti adorador de Satán, en Tendido Cero soy un cuñado chovinista, en Asiatics, un chino… Lógicamente hay personajes más cercanos a mi personalidad y otros muy alejados. Con Danny Lacoste creo que no me alejo demasiado. Es como mirarme a un espejo. Un espejo algo deformado, eso sí. Una especie de caricatura en donde amplifico determinados rasgos de mi personalidad para que resulten más humorísticos. Como multiplicar por dos mi ya dilatado egocentrismo, por ejemplo.

Lacoste es un pijo al que le gusta el Punk o un Punk al que le gusta llevar Nike, Lacoste y Levi’s. Creo que ese soy yo. O quizás debería decir simplemente un amante del Punk que viste como quiere y que no entra por el aro de ponerse el uniforme de cadenitas y tachuelas. Porque, desde luego, llevar un uniforme “punk” es lo menos Punk del mundo.
En cuanto a la forma de vestir sigo anclado en 1989 y creo que en muchas otras cosas también. En este sentido, Danny Lacoste es un ejercicio de nostalgia pero, a la vez, también es una radiografía de cómo soy hoy. Aunque ambiente las canciones en el siglo pasado y en lugares que ya no existen, como el Aguacate’s, lo importante, la esencia, creo que sigue estando aquí conmigo.

¿Cómo surge concretamente este nuevo personaje? ¿Cómo se te ocurre dar vida a Danny Lacoste?

El nombre viene del personaje de Ricky Lacoste en Sufre Mamón. Es mi película favorita de todos los tiempos y, concretamente, ese personaje, el clásico pijo odioso y popular por el que se mueren todas las chicas, me atrapó desde que era niño.

Danny Lacoste surge hace unos 20 años, en el cumpleaños de mi amigo Raspu. Ampli y guitarra en mano, canté algunas canciones que ya ni me acuerdo de qué iban. De cosas pijas, supongo. Bastante tiempo después, volví a actuar. Fue en un concierto de Las Cruces que coincidía con el cumpleaños de Violeta (la cantante). Esta vez toqué acompañado de los otros miembros del grupo sin que ella lo supiera. Fue un regalo sorpresa por su cumpleaños.

Y ahí se volvió a quedar el proyecto, guardado en un cajón, hasta que pensé en recuperarlo de nuevo, hace un par de meses, para mi propio cumpleaños (que no he podido celebrar porque entramos en el Estado de Alarma).

Vamos, que al final se puede decir que soy un artista que toca solo en cumpleaños. Aunque, ahora, la idea es tocar y presentar la maqueta donde pueda. Lo que se conoce en el mundillo como “abrir contratación”. ¡Quiero tocar en todas partes!
Háblame de la maqueta. «VIVA YO» ¿cómo surge una idea tan egocéntrica y cómo se pone en marcha el proceso de grabación?

Pues empecé a hacer canciones para actuar en mi cumpleaños y, ya de paso, me decidí a grabarlas con el móvil. Al principio las grababa tal cual: guitarra + voz a la vez. Pero no me convenció del todo debido a que son temas muy pop, con bastante melodía, y ni mi voz ni mi oído dan más de sí. Así que decidí meter una segunda voz por encima a modo de colchón para “pulir aristas” y que sonase más “redondo”. Entonces, me di cuenta de que para manejar las voces por un lado y la guitarra por otro, en pistas diferentes, necesitaba volver a grabarlo todo por separado. 
Ni corto ni perezoso, grabé una guitarra de fondo (siempre a la primera toma, que no me acusen de falta de frescura nunca) y un par de voces por encima y listo. Lo mezclé todo con Final Cut como si fuesen vídeos (de hecho lo eran) porque carezco de los conocimientos necesarios para manejar un programa de sonido. El resultado es “Viva yo”. Al principio, iban a ser solo 4 temas para repartir en CD-R a los invitados, pero empecé a hacer canciones como churros y, al final, tras algunos descartes, me salieron los 12 “hits” que están actualmente colgados en el bandcamp. En la versión CD-R hay alguna sorpresa más. Mi idea es empezar a venderla a un precio de risa cuando se pueda hacer conciertos otra vez.

Mi canción favorita de la maqueta es Nochevieja de 1989. Me parece la historia de una derrota contada con una sinceridad apabullante por parte de un corazón adolescente destrozado, ¿Es también la historia personal del receptor de esta pregunta o forma parte de algún proceso de aprendizaje de tu vida?

A mí me gusta mucho cómo ha quedado, sí. Y es la favorita también de mucha gente. Al ser una balada, me salió una voz distinta sin proponérmelo. Luego he intentado hacer algún otro tema más lento, en esa línea, pero ya no conseguía una voz que me molase y acabé descartándolo o acelerándolo hacía un terreno en el que me encontrase más cómodo.

Creo que historias de desamor hemos tenido todos y mucha gente se puede ver identificada con la letra de este tema, qué duda cabe. Es impepinable que, tras este tipo de experiencias, se aprende y mucho. “Aprender a caer” que dice David Summers. Aprender a vivir, después de todo; ya que la vida consiste en eso, en subir y bajar.

Por supuesto, este tipo de rupturas son más traumáticas en la adolescencia, como le ocurre al protagonista de la historia. Dicen que el orgasmo es “le petite mort”, pero yo creo que es en este tipo de situaciones cuando, realmente, mueres un poco. De hecho, al final de la canción: (atención spoiler) el chaval muere. De sobredosis de chocolate, pero muere.

Más tarde, con la edad, cuando te han roto el corazón un millón de veces te haces más duro, más resistente… y lo que antes eran meses de recuperación igual se puede resolver en un semana larga o comprándote algún capricho caro.

Puedo notar como en tus letras, llegas a reírte de tus propias desgracias. ¿Consideras el humor como un factor imprescindible para visualizar la figura de Danny Lacoste?

Totalmente. Danny Lacoste es un proyecto muy romántico pero sin perder en ningún momento el sentido del humor. Si te das cuenta, en todos los temas, incluso en los que parecen más serios, hay una nota de humor al final. A mí ese rollo híper baboso de canciones de amor por la cara y lagrimitas no me gusta. Sí que me gustan algunos grupos llorones y con letras moñas, pero no me veo haciendo lo mismo. Necesito “estropearlo” al final.

Algún hijo de puta, con carnet de psicólogo aficionado, que esté leyendo esto seguro que trata de psicoanalizarme y dice alguna gilipollez como que uso el humor como mecanismo de defensa. El humor no es un mecanismo de defensa, es un mecanismo de supervivencia, ¡anormal de carrito!

Lo primero es saber reírse de uno mismo y creo que yo lo hago a carcajadas. No sé tocar ni me aproximo medianamente a cantar, pero una cosa que hago de puta madre es reírme de todo. De tu puta madre, por descontado; pero de mí, el primero.

En la maqueta haces referencias a la cultura pop. «Pelis de Bruce Lee» «chicles de cereza» «afrontar la soledad sintiéndote como Han Solo en carbonita» ¿Es Danny Lacoste de alguna manera un freak?  Me consta que tienes grandes colecciones de figuras de Star Wars y Mazinger Z. ¿Qué dirías a los que piensan que esas cosas son de adultos vírgenes con complejo de Peter Pan?  

En mis canciones hablo de la vida y la vida también es eso: las películas, los cómics… toda esa cultura pop. Todos esos personajes e historias, no por ser de ficción, nos marcan menos. Creo que hablo por toda mi generación cuando digo que Indiana Jones, Mazinger Z o los Gremlins nos han influido más que la guerra del Golfo o la caída del muro de Berlín.

Yo no me considero freak (ni siquiera friki que es más suave) porque me guste Star Wars o porque coleccione figuritas o cómics. Hay millones de fans de Star Wars y cientos de miles de personas que coleccionan figuras. Y en el momento en el que hay tantas personas haciendo lo mismo que tú, no eres un friki, eres “normal”.

Creo que hace falta estar metido mucho más en el submundo de turno para ser un friki. Hay que tener un mayor conocimiento, una sabiduría, en la materia. En ese sentido, sí que me podría considerar un poco un friki del Punk. Pero no de “la cultura pop”.

Sobre lo de adultos vírgenes coleccionando muñequitos creo que es solo un estereotipo más que puede funcionar muy bien en “Virgen a los 40” o en “Big Bang Theory”, para echarte unas risas, pero que no va mucho más allá. Yo mismo, cuando empecé a coleccionar muñequitos en plan “en serio”, hacía tiempo que ya había dejado de ser virgen. Y eso que tardé bastante en dejar de serlo.

¿Complejo de Peter Pan? Cada vez es más normal. Antes la misma sociedad te obligaba a madurar rápidamente, ahora vivimos en un mundo en el que casi no nos dejan hacerlo. Podemos vivir siendo eternos adolescentes hasta que el cuerpo aguante. Los festivales de música son, mayoritariamente, para cuarentones. Los dispensadores de caramelos pez son artículos de colección para mayores, no son juguetes para niños. Series como Stranger Things intentan atrapar más al público que creció en los 80 que a los niños de ahora que podrían identificarse más con los protagonistas. Las continuas reediciones de Tintín, los robots de Mazinger que colecciono… cuentan con el mercado adulto más que con el infantil. La nostalgia vende. Queremos (o nos obligan a) ser niños otra vez, a ser niños eternamente.

Y sí, por supuesto que tengo complejo de Peter Pan. Pero desde los 13 años, cuando descubrí que era mayor que Guillermo (el personaje de Crompton). No quería tener 13 años, quería tener 11 otra vez. Con decirte que a día de hoy veo Verano Azul y sigo viendo a Javi y a Pancho más mayores que yo…

En todos los foros y tertulias punks que encuentro por la red, cada vez que sale el seudónimo de “Mugretone”, es inevitable hacer referencia a los atrevidos y descarados saltos que haces desde el escenario confiando en que el público evitará tu caída al suelo. ¿Encuentras algo atractivo jugarte la vida de esa manera?

Creía que al hablar de mi presencia en foros ibas a hacer referencia a las míticas broncas que solía tener en Ipunkrock. La verdad es que fue una lucha encarnizada contra el heavy metal en donde vertimos litros y litros de tinta. Cuando algo me apasiona lo defiendo a muerte. Siempre he defendido la pureza del Punk y lo seguiré haciendo hasta que me muera. Desde aquí mi saludo a esos hijos de puta que meten punteos de rock duro en canciones supuestamente Punk. Lo siento, amigos, eso no es Punk.

Me parece curioso que destaques esa faceta mía de saltar desde el escenario como lo más reseñable en foros. Igual debería buscarlo, pero me da pereza meterme en foros ya. Supongo que me gusta saltar desde el escenario, sí, pero a mucha gente también. Aunque entiendo que puede resultar llamativo que lo haga haciendo el pino puente muchas veces o de maneras poco ortodoxas. Me gusta llamar la atención, qué le voy a hacer… Aunque, realmente, lo hago porque me gusta probarme y porque me aburre un poco el típico salto “normal” que es algo que llevo haciendo siglos…

No creo que sea jugarme la vida, la gente que vamos a este tipo de conciertos sabemos de qué va el tema. Distinto sería hacerlo en un concierto de Pablo Alborán. A lo mejor allí no te coge nadie porque no están acostumbrados y no lo esperan. Lo que no quiere decir que no me haya dado hostiazos más de una vez. Bastantes, de cabeza contra el suelo o dejándome las espinillas contra la valla de seguridad al saltar distancias largas. Alguna cicatriz tengo pero nada excesivamente grave.

Echo en falta, eso sí, que haya más conciertos en los que se pueda hacer el cabra. En general cada vez viene menos gente a los conciertos de Punk y, sin público, no se puede hacer mucho. No es lo mismo que estemos bailando pogo 7 personas a que seamos 100 en las primeras filas dándolo todo. Ahora eso cada vez pasa en menos conciertos. Donde siempre pasa es en los shows de Airbag y fíjate que actualmente son un grupo más de pop… Pero su pasado Punk nos regala este público que cada día está más y más entregado. La verdad es que me flipan: son parte de la banda sonora de mi vida.

También echo de menos las luchas contra los seguratas. Que haya que burlarlos para subirse al escenario, que no sea tan fácil subir. Recuerdo que en un concierto de Napalm Death los seguratas se pusieron muy perros y molaba mogollón, pero el grupo se dio cuenta y ordenó a la sala que retirase la seguridad. Aquello se convirtió en una mierda en la que la gente hacía cola para “tirarse desde el tobogán”. Aunque tengo otros recuerdos bastante más gratos. En un concierto de Siniestro Total fue súper divertido cabrear a los seguratas al máximo. Mientras mi hermano los distraía por un lado e iban hacia él yo subía por el otro lado y, luego, desde el escenario, les llamaba la atención porque ni se enteraban de que había subido. Se volvían hacía mí y mi hermano subía también aprovechando el nuevo despiste. Al final, acabábamos tirándonos apoyando los pies en sus cabezas, jajaja. En el de Nirvana caí al foso y me trincaron los de seguridad mientras aún tocaban los teloneros (los Buzzcocks). Ya me iban a echar a la calle pero, por suerte, me pude zafar en el último segundo. Me tiré al público y me perdí entre la masa. Imagina que no hubiese podido ver a Nirvana. Lo pienso y me da algo… Han sido muchos conciertos míticos, la verdad: Dwarves (cuando eran buenos), La Polla Records, Toy Dolls, New Bomb Turks… Se echa de menos.

También me encantan las invasiones finales de escenario y me encanta organizarlas yo. “En la última canción, invasión, pasa la bola”. Recuerdo una mítica con Pennywise en el Revolver. Había tanta gente en el escenario que no quedaba aire para respirar. Casi morimos.

Háblame de los sellos discográficos que tienes. ¿Sigues enfrascado en ese tipo de proyectos?

Lo cierto es que cada vez menos pero procuro seguir haciéndolo. Sin prisa pero sin pausa. En cuanto recupero un poco el dinero de una referencia intento sacar la siguiente. Aunque a veces no se recupera ni la mitad. Cada vez se compran menos discos y, de los que saco yo, que suelen ser bastante “especialitos”, pues menos todavía.

Por otro lado, cada vez me resulta más difícil encontrar un grupo que me llegue lo suficiente como para sacarles un disco. O son muy normales o son más de lo mismo o tocan demasiado bien. Y, otras veces, cuando encuentro un grupo que me gusta ya tienen disco o está en proyecto. Digamos que mi idea es sacar a aquellos grupos que no quiere sacar nadie pero que creo que merecen tener una referencia en vinilo. Si resulta que se me adelanta otro sello, pues mejor. Yo lo hago sobre todo por tener yo el disco. Así que si lo saca otro sello, lo compro y tan contento.

Tengo dos sellos: Hillside Strangler, que lo empecé con unos colegas y ahora lo llevo yo en solitario y Discos de Mierda, que siempre he sido yo solo. Solo saco Punk en ambas etiquetas. Hillside Strangler lo uso para sacar tiradas de 300 ejemplares o más y en Discos de Mierda saco ediciones más cortas. Generalmente de 200 y últimamente de solo 100 copias. Son ediciones muy limitadas y más teniendo en cuenta que suelo hacer un mínimo de tres portadas diferentes (casi siempre de un modo muy DIY). En DDM saco a grupos más extremos, más cacofónicos, más aberrantes (por eso hago tiradas más cortas). Aunque a veces puede que en Hillside saque algo más aberrante y en DDM algo más estándar pero lo normal suele ser lo contrario.

Lo que realmente me gusta de un grupo es que suene muy fresco y que suene distinto. No digo que no haya sacado discos que imiten descaradamente a grupos de los 80, que lo he hecho, pero a día de hoy creo que busco algo más personal. No me importa que no sepan tocar, de hecho lo prefiero. Me encanta cuando los grupos suenan muy destartalados. Pero tienen que tener algo más, no basta con aporrear los instrumentos. A veces es un timbre de voz completamente absurdo, otras veces un sonido a chatarra podrida… Me tienen que entrar a la primera. De hecho, suelo decidirlo en los primeros segundos de la primera canción que escucho.

Es cierto que me gusta la desfachatez y que la gente diga “pero ¿quién ha puesto dinero para sacar esta mierda?” Me encanta la mierda, no lo puedo evitar. Aunque, a veces, sí que saco a grupos que tocan bien y/o que hacen canciones normalitas. Simplemente porque me llegan. Todos los que he sacado me han llegado y les estoy muy agradecido.

Volvamos a la maqueta. Un tema que me llamó mucho la atención es «Soy leyenda» es la fusión de dos géneros (punk y rap) un tema estupendo por otra parte. Pero se me hace inevitable resistirme a preguntar: ¿Está Danny Lacoste en este tema tratando de ser moderno? 

Por lo que me dicen, este tema también suele ser de los favoritos de la gente. ¿Desde cuando el Punk y/o el Rap son sinónimos de modernidad? Si me hablases de los 70 o los 80… pero en este siglo son ya cosas muy anticuadas, ¿no? Vale que algunos traperos rapean y otros hasta se convierten al Punk, pero eso es porque no tienen capacidad suficiente para inventar algo realmente nuevo. Si te das cuenta desde los 90 no hay nada nuevo, al menos en la “música de guitarras”. No ha surgido ningún estilo nuevo desde el Grunge y el Funk Metal o Crossover, y eso que aquello era ya un refrito de estilos que ya existían antes (Punk, Metal, Rap…)

Hoy seguimos igual. Ya llevamos 20 años de siglo y no hay un estilo nuevo. Mezclar reguetón (que ya existía en los 90) con otras cosas (que también existen desde el siglo pasado) no es crear algo nuevo. Ni siquiera la música electrónica y/o de baile es nueva. Antes, cada 4 años, había un estilo nuevo en esas disciplinas y ahora, nada. Más de lo mismo.

Mira que muchos idiotas dicen que los 80 fueron unos años horribles musicalmente hablando, pero en esa década tuvo lugar la mayor época creativa en la música popular. Y la última. ¿Qué ha pasado? ¿Esto ya no da más de sí? Parafraseando a Marty McFly: ¿Nos hemos vuelto gilipollas en el futuro?

Supongo que resulta paradójico que siendo yo tan talibán con la música me gusten determinados grupos supuestamente alejados del Punk. El 98% de lo que escucho es Punk y además cada vez más agresivo, según me hago más viejo. Pero es cierto que tengo esa pequeña parcelita para cosas más melódicas y suaves. Hombres G me han gustado desde pequeño. También me gustan muchísimo Housemartins y The Smiths, por ejemplo. Puedes denunciarme a la policía del Punk si quieres… No, espera, la policía del Punk soy yo. No puedes. Jajaja.

Por último. Eres una persona activa que ha abarcado un sinfín de proyectos en su vida. ¿Qué tiene Danny Lacoste que no tengan otros trabajos musicales o culturales en los que te hayas visto inmerso?

Danny Lacoste es más de lo mismo por un lado: sigo siendo yo, sigo sin aprender a tocar la guitarra, sigo sin saber cantar… Es una cuestión de oído: no doy más de sí. Pero no por eso voy a renunciar a hacer “música”. O ruido, en mi caso.

Por otro lado es el primer proyecto en el que saco mi vena popera y en el que doy rienda suelta al pijo que llevo dentro. Siempre he presumido de esto último (incluso llegue a escribir aquel tema “Orgullo Pijo Punk”) pero ahora creo que le doy una vuelta de tuerca más y lo exagero al máximo.

Y luego están las letras. Es la primera vez que escribo letras de amor y/o desamor así de una manera muy abierta. Vale que le meto siempre ese toque de humor del que hablaba antes, pero ahí están.

Aunque siempre he escuchado grupos con canciones románticas nunca me he atrevido a hacerlas o no he querido porque no me pegaba. Ahora que me he decidido he descubierto que las debía tener todas acumuladas en la cabeza porque me han salido como churros. Y eso que me he contenido por no grabar una maqueta de 40 temas.

Ha sido un placer Mugretone. ¿Te apetece saludar a alguien antes de acabar?

Me gustaría saludar a todos los que se han leído esto hasta el final. Y, por supuesto, a todos los que me suelen apoyar de forma incondicional con cada mierda que hago, aunque a veces sea algo tan mierda como esto, jajaja. Y, cómo no, a todos los que me siguen odiando y criticando por la espalda. Gracias a vosotros sigo cabalgando. Seguid ladrando.

Gracias por la entrevista.

 

Podéis escuchar «Viva Yo» por Danny Lacoste en: dannylacoste.bandcamp.com
 



 

 

2 comentarios

  1. ¡¡Exhaustiva entrevista!! No conocía al personaje pero me lo he pasado muy bien leyendo sus respuestas, temazo el de Han Solo, estaré pendiente de las novedades de Lacoste. Buen trabajo Priscilla, espero que esta sea la primera entrevista de muchas.

  2. Menudo personaje nos ha descubierto Milkbar. Vi la entrevista a Priscila y, ciertamente, me despertó la curiosidad el adelanto de la publicación de esta entrevista. Genial pequeña introspectiva que inaugura las entrevistas en este foro. Deseando más artículos con este formato que me acerquen a maravillas.

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