Tebeos molones que nunca vieron la luz: La apócrifa secuela de Dragon Ball

«Os doy muchas gracias por haber leído la larga historia de Dragon Ball con tanto cariño. Os estoy muy agradecido por haberla seguido con interés hasta el final. Ya hacía tiempo que estaba decidido, pero por diversas razones me he visto obligado a terminarla así de repente. Lo siento, quiero empezar algo nuevo y he pedido a los editores que me dejen terminar esta historia. Naturalmente, pido también perdón a los fans. Dentro de un tiempo, después de un buen descanso. quiero dibujar muy relajadamente una historia más corta. Espero encontraros allí. Creo que dibujaré algo interesante, pero todavía no sé lo que saldrá. ¡Esperadlo con ilusión! ¡Hasta entonces, adiós! Adiós, mundo de las bolas de dragón.»

En mayo de 1995, de manera sorpresiva y con estas palabras, Akira Toriyama daba carpetazo a su serie más longeva. Tras once años de aventuras, batallas, viajes, amistad, amenazas, magia, artes marciales, muertes y resurrecciones se despedía de sus cientos de personajes y de sus lectores y lectoras en la última página del manga.

Bola de Dragón, Bola de Drac, As bolas máxicas, Dragoi Bola… en definitiva Dragon Ball, no necesita presentación alguna. Tanto el manga como el anime forman parte de la educación colectiva y sentimental de varias generaciones desde su publicación en el mercado japonés en 1984, y en España por la emisión de las nacientes cadenas autonómicas desde finales de 1989 y principios de 1990.  Por lo tanto, la aparición de Dragon Ball Super, en manga y anime, ha supuesto un éxito bastante obvio y seguro si tenemos en cuenta el clamor popular que desde hace décadas pide la continuación de la obra más famosa del maestro mangaka Akira Toriyama, Con guiones de éste y dibujo del joven artista Toyotaro, el universo Dragon Ball goza de una envidiable salud en pleno 2020. La buena predisposición del propio Toriyama ha sido clave en el devenir de esta continuación; visto con perspectiva parecía inevitable aunque no siempre fue así. 

Los personajes de Dragon Ball vistos por Toyotaro.

Desde el primer momento en que Toriyama, hastiado por la presión de editores, fechas de entrega y la demanda del público, dio carpetazo a su creación más exitosa, empezó el rumor de una continuación. Muy pronto, por mediación de su editorial, y sin la participación de su creador, se emitió un OVA mediocre protagonizado por un tataranieto de Son Goku, y posteriormente el manga y serie de animación fue continuado por un aburrido anime que enlazaba con el final abierto propuesto por Toriyama. El propio autor colaboró con el anime, un poco por compromiso y a regañadientes, desarrollando diseños de personajes y vehículos para el concept art de la serie. También decidió el título: Dragon Ball GT, Grand Touring o Galactic Tour, ya que, inicialmente, los personajes se dedicarían a viajar por todo el universo durante el transcurso del anime.

Para reducir los absurdos  e inmanejables niveles de poder alcanzados por los personajes al final del manga, se decidió revertir a Son Goku a su versión infantil (Pilaf nuevamente derrotado, en un arrebato de frustración pide a Shenron que convierta Son Goku en un niño, cuando aún podía enfrentarse a él con sus ingenios tecnológicos y su nivel de poder no era tan inalcanzable). Y para no centrar el argumento tan sólo en batallas sin sentido, deciden enviar a los protagonistas –Son Goku, Trunks y Pan- a explorar el universo ¿El motivo? Tras el deseo de Pilaf, las esferas se dispersan por todo el universo conocido y si nuestros héroes no las reúnen en menos de un año, estas explotarán destruyendo toda la galaxia con su onda expansiva).

La idea original de usar un tono ligero y aventurero, acorde con los primeros tiempos de la serie, no funcionó entre el público y muy pronto derivó en la vuelta de los personajes a la Tierra y a un retorno a los inevitables combates cada vez mas poderosos e hilarantes contra nuevos villanos creados para la ocasión (Baby, el androide Super #17 o los siete dragones malignos) hasta llegar a la creación del infame Super Saiyajin nivel 4, o cómo pretender sin éxito que un felpudo púrpura con mirada ravera resulte amenazante. 

Diseños de Toriyama para el anime.

El propio Toriyama continuó en cierta forma la serie cuando publicó Nekomajin, las aventuras de un gato guerrero (con un aspecto que recuerda a Majin Boo) en el universo Dragon Ball y cuyo maestro parece ser el mismísimo Son Goku; este último, Majin Boo y Vegeta realizan cameos en esta obra de la que aparecieron 8 capítulos entre 1999 y 2005, recopilados posteriormente en un tomo. En 2013, Toriyama publicaría Jaco: El patrullero gálactico, manga que funciona a modo de Año 1 de los personajes de Dragon Ball, protagonizada por Jaco, un cómico e inútil policía galáctico y la, hasta ahora, desconocida hermana mayor de Bulma: Tight. El final del tomo enlaza con el principio de la serie al presentar a una pequeña Bulma y a su padre el doctor Brief , además de narrar la llegada de Kakarot a la tierra y el encuentro con su abuelo Son Gohan. Lo mejor del tomo es el pequeño epílogo dónde conocemos a los padres biológicos de Son Goku y conocer cómo y por qué decidieron enviarle a la tierra.

El mangaka también trabajó durante varios años desarrollando personajes y supervisando la historia del videojuego Dragon Ball Online , que continuaba la trama en el Dragon World unos 215 años después de lo ocurrido al final del manga. Un universo donde no funcionaban las bolas de dragón, los namekianos se habían instalado en el planeta Tierra tras ser destruido su mundo de adopción y las escuelas de artes marciales (con las de Krilin y Ten Shin Han a la cabeza) se habían amplificado y popularizado tras los acontecimientos narrados en el manga dando pie a una nueva generación de luchadores.

Previo a todas estas continuaciones y poco tiempo después de la conclusión de la serie, durante los años noventa surgió el insistente rumor de que hubo un amago de continuar el manga por parte de Toriyama que lamentablemente nunca llegó a fructificar. En un mundo anterior a internet, con apenas revistas especializadas profesionales y poca información sobre la actualidad manga en el mundo del sol naciente, el rumor corrió como la pólvora por los fanzines de la época. Un rumor nunca confirmado, una dudosa historia, un misterioso tebeo que nunca vio la luz y del cual nos hacemos eco en este articulo.

La premisa era bastante interesante: Unos cientos de años después de la batalla contra Boo una nueva amenaza se ciñe sobre el planeta Tierra, no una amenaza con los niveles de poder y épica vistos en las ultimas sagas de Dragon Ball (Freezer, Cell, Majin Boo), sino algo mucho mas asequible y realista (digamos a medio camino entre Pilaf y la Red Ribbon, aunque el villano no llegó a desarrollarse), con la intención de volver al espíritu aventurero y desenfadado del comienzo de la serie cuando Son Goku era tan sólo un muchacho con ganas de explorar el mundo y las amenazas estaban despojadas de toda épica y repletas de humor e ingenio.

La primera parte de esta secuela tendría un carácter netamente aventurero. El comienzo de esta nueva saga consistiría en explorar el universo de Dragon Ball varios cientos de años después. En este mundo futuro, dónde una grave amenaza se cierne sobre el horizonte, un grupo de chavales que vagamente ha escuchado hablar de la leyenda de las bolas de dragón, se proponen reunir las siete esferas y pedir un deseo: Resucitar al héroe más grande de todos los tiempos, traer de vuelta al poderoso guerrero que derroto a Cell y acabó con Boo. El inconveniente es que para los libros de historia, para la posteridad, para la wikipedia, quien trajo la paz al mundo no fue Son Goku y el resto de guerreros Z, sino que fue …el mismísimo campeón de la lucha libre: El mostachudo Mister Satán.

A raíz de esta inesperada resurrección se desarrollaría el segundo capítulo de esta historia, se crearía una trama de enredos, malentendidos, situaciones cómicas e ingeniosas en las que Mr Satán intentaría mantener su reputación y estatus de leyenda y guerrero invencible mientras busca una manera de salir victorioso, a la par que, inevitablemente, se mezcla en todo tipo de despropósitos y situaciones embarazosas que amenazan con derrumbar su reputación en este mundo futuro que le adora y necesita. En este punto se plantearía el nudo de la historia, descubriríamos que algunos de los chavales protagonistas son descendientes de personajes clásicos de la serie original (de Son Gohan, Yamcha o Bulma), y se presentarían una serie de interrogantes cuyas respuestas se mostrarían durante el transcurso de la serie: ¿Perviven guerreros con genes saiyajins en la tierra? Si aún existen las bolas de dragón ¿quiere esto decir que algún namekiano sigue vivo? ¿Dende, o quizá Piccolo?, ¿Podría el viejo maestro Mutenroshi seguir vivo, dada su increíble longevidad, y poder haber entrenado a una nueva generación de guerreros y guerreras Z? ¿Podrá Mr Satán salir de semejante enredo con su reputación intacta?

Genio y figura.

La elección como protagonista de Mr Satán era bastante meditada y claramente todo un acierto, en el manga original había suficientes motivos y precedentes para que así fuera: Si en la saga de Cell Mr Satán era un personaje antipático, engreído, estereotipado o egoísta; en la saga de Boo se nos muestra un Mr Satán tierno, carismático, bonachón, fiel y hasta cierto punto inocente; su divertida dinámica con Majin Boo es una roba escenas constante en toda la saga final, y al ser padre de Videl, y por lo tanto suegro de Son Gohan, es nexo de unión entre humanos y Saiyajins .

Por otro lado, no podemos olvidar que el Genkidama generado por Son Goku (poderosa técnica de lucha que necesita de parte de la energía vital de los seres vivos de un planeta, para generarse en forma de bola energética, de tamaño variable), el cual es usado para derrotar a Boo en la batalla final, no podría haber sido desarrollado sin el carisma de Mr Satán, pues es este quien convence a los desconfiados y escépticos seres humanos supervivientes para que cedan su energía vital con la que baten al villano rosado. Como Son Goku sentencia, tras haber reunido la energía proporcionada por la humanidad superviviente, y antes de usar el Genkidama en un último, fulminante y desesperado ataque que destruye al vil Boo: «¡¡¡Bien hecho, Satán!!! Puede que sea verdad que tú eres… ¡¡¡ El salvador del mundo!!!».

Completando el Genkidama definitivo.

Para nuestro disgusto, este manga nunca llegó a producirse, ni siquiera se confirmó si era una propuesta en firme, tan sólo un rumor o  teorías de fans nostálgicos difícil de verificar en la era previa a internet. El olvido en el que ha caído el rumor durante estas décadas, nos hace suponer que no fue mas que humo y espejos, una leyenda urbana más de la época; en cualquier caso durante el segundo lustro de la década de los noventa fue un murmullo constante en el mundillo y la esperanza de cualquier chaval que echara de menos la serie.

Parafraseando al Mr Satán de Dragon Fall , mítica parodia creada por Nacho Fernández y Álvaro López, desde Milkbar Fanzine no podemos evitar decir: «Es un truco, fijo».

 

7 comentarios

    • Excelente artículo. No recordaba esos rumores quizá porque después de derrotar a Freezer se me hizo muy pesada y repetitiva y prácticamente dejé de seguirla. Sin duda, añoro esos días en el que el villano era algún general de la Red Ribbon y Son Goku no peinaba canas. Un saludo.

    • Agradecido por su comentario Mr The Tipo, y le comento… ¡¡¡¡Con que hagan una tan divertida como la última de Broly me daría con un canto en los piños¡¡¡¡¡

  1. Desconocía esta historia, desde luego mil veces mejor y mas cercana al espíritu original de la serie que GT, incluso del sinsentido complaciente de Super. Me ha molado el artículo.

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