Crítica: Sombras sobre Londres

Caja del Sombras sobre Londres

Tengo el honor de inaugurar la sección «Juegos de mesa» de Milkbar escogiendo un título algo atípico, pero guardo mis motivos para ello… ¡Descúbrelos!


 

Allá por 2014 tomé la decisión de sumergirme en el nuevo boom de los juegos de mesa (sí, reconozco que con bastantes años de retraso) y para hacerlo oficial necesitaba comprar un juego. En vez de recurrir al tan socorrido ranking de BoardGameGeek, empezé a investigar por mi cuenta posibles adquisiciones hasta que me crucé de bruces con la sugerente caja de este juego y su inconfundible silueta de Jack el destripador. Así comenzó mi relación de amor-odio con este grandísimo juego…

 

Ambientación

Estamos ante una recreación bastante exacta de los asesinatos practicados por el infame Jack el destripador en el barrio londinense de Whitechapel durante cuatro noches de entre agosto y noviembre de 1888, y donde tristemente fueron masacradas cinco prostitutas (o «desdichadas», como las denomina el juego)

Uno de los jugadores toma el rol de Jack mientras que los restantes se reparten el manejo de los cinco detectives asignados a la investigación. El objetivo de Jack es cometer los cinco asesinatos y regresar a su guarida secreta sin ser detenido por estos últimos, que lógicamente han de evitarlo.

Gabriele Mari y Gianluca Santopietro, autores del juego, han conseguido dotar de un nivel de ambientación excelente a su obra incluyendo detalles como:

  • La impresionante recreación del barrio de Whitechapel plasmada en el tablero de juego, con sus retorcidas calles y angostos callejones.
  • La fiel cronología de los asesinatos que parece recrear las muertes de Mary Ann Nichols (primera noche), Annie Chapman (segunda noche), Elizabeth Stride y Catherine Eddowes (tercera noche), y Mary Jane Kelly (cuarta noche).
  • El elenco real de detectives participantes en la investigación: Frederich Abberline, Sir Charles Warren, Donald Swanson, Edmund Reid y George Lusk.
  • Las habilidades de Jack para montar en carruaje o perderse por los callejones de Whitechapel.
  • Las recreaciones exactas de las cartas reales remitidas supuestamente por Jack a los investigadores, como parte del conjunto adicional de reglas.

Ante tal nivel de ambientación, me pregunto si los autores habrán echado mano en algún momento a «From Hell» de Alan Moore y Eddie Campbell, que, aparte de ser un excelente y reconocido cómic, se trata también de uno de los trabajos de investigación más exhaustivos sobre este oscuro episodio de la historia londinense…

 

Mecánica de juego

Sombras sobre Londres es un juego asimétrico, esto es, las reglas para el jugador que hace de Jack son diferentes a las de los jugadores investigadores. Vaya por delante que diseñar un juego de este tipo conlleva una enorme dificultad, ya que ajustar las reglas para equilibrar correctamente las partidas requiere de un esfuerzo extra. Veamos si lo consigue…

La partida empieza con Jack escogiendo de forma oculta al resto de jugadores una de las casillas circulares del tablero para su guarida secreta. Esta decisión será altamente estratégica, ya que para que Jack pueda cumplir con éxito su misión, debe regresar necesariamente a esta casilla después de haber cometido los asesinatos correspondientes a cada una de las cuatro noches.

Por otro lado, los investigadores irán rotando cada noche en el cargo de Investigador jefe, que los capacitará para dirigir la investigación. El jugador que ostente el cargo podrá iniciar al comienzo de cada noche las hostilidades con Jack en un intenso minijuego de señuelos que determinará el escenario inicial para esa noche: Jack colocará sobre el tablero hasta ocho fichas para representar a las desdichadas (conforme vayamos avanzando noche a noche, lógicamente este número irá mermando a la par que las pobres chicas van sucumbiendo). La diversión se halla en que, de esas ocho fichas, solamente hasta cuatro de ellas podrán ser víctimas reales de Jack. Las restantes serán señuelos con el objeto de despistar al Investigador jefe que, por su parte y para contrarrestar la jugada, debe posicionar en el tablero los cinco peones de los investigadores junto a otros dos señuelos ocultos. Hecho esto, se le concede a Jack la oportunidad de asesinar a su víctima (o pareja de víctimas en la tercera noche) o bien de sacrificar la posición del tablero permitiendo al Investigador jefe acercar a las posibles víctimas hasta los investigadores. Todo a cambio de descubrir uno de los peones de los investigadores, y de disponer de más movimientos durante esa noche.

Si bien hasta aquí ya podríamos tener esbozado un juego con unos componentes importantes de táctica y estrategia, la verdadera batalla mental viene a continuación…

El tablero está dividido en dos tipos de casillas: las circulares, por las que sólo Jack podrá mover, y las cuadradas, reservadas para los investigadores. La distribución es tal que toda casilla circular está flanqueada en algún momento por alguna casilla cuadrada, y precisamente aprovechando esta característica es como podrán los investigadores tratar de derrotar a Jack:

  • Bloqueándole el paso, es decir, obligando a Jack a que su próximo movimiento tenga que realizarse a través de una casilla ocupada por un investigador (lo cual no se puede hacer).
  • Durante su turno, nombrando explícitamente la casilla adyacente en donde se encuentre Jack (denominado en el juego «practicar una detención»).
Detalle del tablero de juego y de algunos peones
Detalle del tablero de juego y de algunos peones

Lógicamente, y aquí se encuentra la miel del juego, Jack no se sitúa nunca físicamente en el tablero, sino que el jugador que lo controla dispone de una plantilla de papel sobre la que va anotando sus movimientos y procurando siempre volver a su guarida antes de que estos se le acaben.

Para darle mayor incertidumbre, Jack dispondrá además de dos tipos de movimientos especiales que le serán otorgados en número cada vez más limitado por noche:

  • Carruajes: permitirán a Jack hacer dos movimientos por turno, y además le habilitarán para pasar a través de los investigadores.
  • Callejones: con los que Jack podrá desplazarse a cualquier casilla del perímetro interior o exterior de la manzana en la que se encuentre.

Por su parte, los investigadores, además de desplazarse por el tablero en una, dos o ninguna casilla por turno, tendrán la opción de «interrogar» a Jack (no confundir con las «detenciones» antes expuestas). En este caso, se trata de preguntar a Jack por las casillas adyacentes a la posición del investigador y, caso de haber pasado durante esa noche por la casilla indicada, Jack deberá dejar una señal de inconfundible color amarillo sobre ella. Estas serán elementos clave a la hora de que los investigadores tracen a lo largo de toda la partida un plan maestro para acabar con el malvado asesino, por lo que la sensación orgásmica que experimentaremos al cosecharlas será quizá sólo superada por los «tocado y hundido» del «Hundir la flota»… incluso, cariñosamente, nosotros durante nuestras partidas empezamos a referirnos a estas señales como «las meadillas de Jack».

Como puede deducirse, los componentes tácticos y estratégicos de este juego son fascinantes y, además, los pone en juego sin lanzar un dado o sacar una carta. Efectivamente, el azar no existe… aquí gana el mejor.

 

Componentes del juego

«Sombras sobre Londres» es un juego en el que el minimalismo cobra cierta importancia, y también esto se extrapola a sus principales componentes de juego:

  • El gran tablero de seis pliegues goza de unos acabados e impresión más que correctos.
  • Excelentes y característicos peones de madera para representar a las desdichadas, a Jack, a los investigadores y a sus marcadores correspondientes.
  • Las fichas de plástico usadas para marcar las casillas de asesinato de Jack y su rastro son transparentes y muy coloridas, obteniendo un llamativo efecto sobre el tablero.
  • Se incluye una práctica pantalla con una réplica del tablero de juego para que Jack pueda mantener su registro de movimientos lejos de los ojos de los investigadores.
  • El manual de juego está bien organizado y maquetado, además de incluir gran cantidad de hechos históricos sobre el Londres de 1888, lo que siempre ayuda a mantener la ambientación.

En general, podemos decir que los componentes cumplen con lo esperado, e incluso son capaces de aguantar bastante batalla.

Estado actual de mis peones tras cinco años de uso
Estado actual de mis peones tras cinco años de uso

 

Jugabilidad

Según mi experiencia, hay dos formas de abordar este juego: la «casual» y la pro…

El enfoque «casual» es el que permite que casi cualquier persona pueda jugarlo, es decir, las reglas son muy sencillas y sólo hace falta un poco de observación, picardía y lógica para disfrutar de un rato de diversión con tus amigos. Bajo este enfoque, por lo general, descubriremos que la persona que haga de Jack tenderá a ganar con mayor facilidad que los investigadores. Esto ocurrirá simplemente porque contar con unos investigadores desenfadados facilitará bastante la tarea de despistarlos a base de movimientos ocultos. A pesar de todo, este tipo de desequilibrios son abordados de forma salomónica por el juego: simplemente se ofrecen un conjunto de reglas adicionales (algunas favorecen a Jack, otras a los investigadores) y se propone a los jugadores que escojan las que más les convengan en cada caso.

Para acceder al enfoque pro, sólo necesitas ser un «picado» y que a tus amigos no les guste perder ni a las canicas… ¿Por qué?… Simplemente empezará a fluir una histeria colectiva en la que cada turno será planteado como una cuestión de estado en la que todos los movimientos estarán sometidos a un profundo análisis por parte de los jugadores. Incluso, y dependiendo del grado de competitividad de los investigadores, aparecerán toda suerte de disparatadas disertaciones científicas y psicológicas… eso sí, prepárate para ver cómo el tiempo estimado de juego pasa de los 90 minutos recomendados a las más de cuatro horas…

Anotaciones del jugador investigador
Si te lo tomas en serio como investigador, acabarás con anotaciones como estas…

También es interesante destacar una divertida faceta del juego que ya hemos visto en otros títulos (ej. «La fuga de Colditz»): la comunicación entre los jugadores. Es obvio que Jack, desde su soledad, no puede o no debe compartir detalles de su estrategia con los investigadores. Sin embargo, sí que puede escuchar todo lo que estos últimos disponen e incluso, gracias a ello, cambiar sus planes si le hiciese falta, lo que añade al juego un componente psicológico muy estimulante.

 

Conclusión

Para mí, este es un excelente juego que por méritos propios merece pertenecer a cualquier ludoteca friki que se precie. Como ya he comentado más arriba, el juego será capaz de ofrecer sensaciones diferentes según el nivel de implicación del jugador y, en este aspecto, me gusta compararlo al ajedrez (cualquiera puede jugar una partida, pero sólo aquellos jugadores que «miren debajo del capó» podrán sacarle un mayor partido)

También considero interesante destacar que, aunque el juego es ciertamente original en varios aspectos, viene claramente inspirado por el clásico de MB «Scotland Yard», del que es un digno sucesor, aportando sobre todo una mejor construcción del sistema de juego y una ambientación claramente superior.

Otros productos similares a «Sombras sobre Londres» pueden ser «La furia de Drácula», «Last Friday» o «Escape From Aliens In Outer Space», variantes que, por lo general, tratan de añadir algo de azar a las reglas con objeto de hacerlas más «casual». En este sentido, merece una mención especial «WhiteHall», suerte de versión reducida (no disponible en nuestro país) elaborada por los propios Gabriele Mari y Gianluca Santopietro, y en la que prima el componente táctico por encima del estratégico… ¿Quién mejor que los propios autores para darse cuenta del monstruo engulle-cerebros que habían creado? Yo, al menos les estaré agradecido toda la vida… 

4 comentarios

  1. Muy buen artículo Corey. Has despertado mi curiosidad. Había oido hablar de este juego aunque nunca me despertó un gran interés. En mi colección tengo el ‘Furia de Drácula’ que comparte mecánicas y es, bajo mi punto de vista, de lo mejorcito que hay en juegos de movimiento oculto. El gran hándicap que le veo a este tipo de juegos es que requiere que todos los jugadores sean capaces de meterse en la historia, para que esa ambientación de la que hablas nos sumerja a todos y así disfrutemos de una buena tarde de juegos. En el momento que alguien desconecta, mira el móvil, etc. se esfuma la magia y el juego pierde. Por lo tanto podríamos decir que su gran virtud es su eslabón más débil, sino cuidamos esa ambientación desearemos que el juego termine lo antes posible.
    Aún así Corey, si se alinean los astros, podríamos quedar una tarde para echar unos tableros 😉

    • ¡Gracias por tu comentario, edualmer! Coincido contigo en que el «Furia de Drácula» es toda una joya del movimiento oculto (yo también dispongo de una copia del mismo, y con las miniaturas pintadas 😉 ). A mí, personalmente me sorprendió lo lograda que está la ambientación del mismo. Sin embargo sigo considerando el minimalismo del «Sombras sobre Londres» como un peso pesado casi imposible de superar.
      En cuanto a lo de que alguien desconecta y fulmina la magia del juego… empatizo totalmente contigo: pregúntale a Wilbur y «los investigadores desenfadados» 🙂
      Y sobre lo del órdago lanzado… deseando descubrir la nueva maravilla que nos traes 😛

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