Enfermedad y muerte en la Prehistoria

Trogloditas con huesos en la cabeza devorados por un tigre o aplastados por un elefante. Cavernícolas con dinosaurios por cubo de basura y con coches de piedra que funcionan con los pies. Estos son los estereotipos que el mundo tiene sobre los humanos en la Prehistoria. Pero, a decir verdad, no tienen nada que ver con la realidad. La vida, o la muerte en este caso, de la humanidad en este periodo tan estereotipado no era tan apasionante como nos la han vendido. Ni tigres, ni elefantes, ni coches de piedra. En este artículo, veremos que nuestros antepasados morían de manera muy parecida a la que lo hacemos en la actualidad.

EL DESTETE

El destete es el momento en el que se cambia la alimentación de los bebés de la leche materna a alimentos comunes como la carne, el pescado, la fruta y la verdura. En la actualidad, este cambio resulta más o menos fácil (si no se ponen delicados), ya que los alimentos se pueden cocinar de diversas maneras que les resultan más cómodas para la adaptación. Sin embargo, en la Prehistoria, el destete era una de las principales causas de muerte. Debemos tener en cuenta que el acceso a alimentos nutritivos no era sencillo, tanto en calidad como en cantidad, por lo que muchos bebés morían por desnutrición. Esta información queda impresa en el esmalte de los dientes, como han demostrados numerosos estudios antropológicos. También hay evidencias de que alimentaban a los infantes con biberones de leche animal.

Biberón de cerámica del periodo Neolítico

EL PARTO

El parto es un proceso que actualmente tiene sus riesgos aun a pesar de los grandes avances tecnológicos. En la Prehistoria, el parto era un deporte de riesgo. No había controles previos, ni material quirúrgico esterilizado, ni quirófanos. Son muchos los esqueletos encontrados de mujeres con los esqueletos de fetos en el canal del parto. Bebés que vienen de nalgas, hombros demasiados anchos… todo ello ahora solucionable con una cesárea.

Esqueleto de un feto en el canal del parto

CARIES

Hoy en día, cuando tenemos una caries, vamos al dentista. En la Prehistoria, la cuestión podía derivar en la muerte. Siempre se ha dicho que las caries están causadas por el consumo de azúcar, pero lo cierto es que nos llevan acompañando desde el principio de los tiempos. La falta de higiene dental derivaba en infecciones que provocaban septicemia ¡Gracias Fleming por los antibióticos!

Dentadura con caries

EPIDEMIAS

Cuando las sociedades prehistóricas pasaron de ser nómadas a sedentarias gracias al desarrollo de la agricultura, el número de los miembros de cada comunidad, aumentó. Por ello, la propagación de virus como la viruela y la rubeola (que ya existían en este periodo) eran la causa de muerte en comunidades enteras. Según unas investigaciones de 2018, la primera pandemia fue provocada por la bacteria ‘Yersinia pestis’ y se originó en Suecia hace 4900 años.

Restos óseos de 80 individuos muertos por la bacteria «Yersinia Pestis»

ASMA

La obesidad como tal no está demostrada como causa de muerte de nuestros antepasados. No obstante, añadida a otras enfermedades, podía ser mortal. Por ejemplo, con el asma. En las regiones donde los prehistóricos habitaban las cuevas y utilizaban hogueras para iluminarse y entrar en calor, el humo del fuego en un espacio cerrado provocaba graves problemas respiratorios que acababan en muerte por asfixia.

 

FRACTURAS

Todos sabemos que las fracturas son dolorosas, pero no mortales. Basta con una correcta recolocación y mucho reposo. Sin embargo, era una de las principales causas de muerte en la Prehistoria. Una fractura abierta sin recolocar o mal cuidada es un foco de infección.

Fracturas provocadas por la caída desde un árbol

ENFERMEDADES DEGENERATIVAS

Muchos esqueletos analizados desde el punto de vista antropológico han mostrado enfermedades degenerativas como la osteoartritis, localizada principalmente en las articulaciones (muñecas, manos, rodillas, tobillos). Los arqueólogos plantean que esta enfermedad puede estar causada por la realización de trabajos repetitivos como la molienda de grano o la caza (en esta práctica, los individuos pasaban muchas horas en cuclillas esperando a las presas). Estas enfermedades llegaban a provocar la atrofia completa de extremidades.

Huesos con osteoartritis

TUMORES

Aunque esta causa de muerte no era una de las principales, es digna de mención. Se han encontrados restos óseos cuyos cráneos presentan trepanaciones con remodelación, es decir, que algunos enfermos de tumor cerebral habían sobrevivido a la cirugía. En el Antiguo Egipto, esta trepanaciones se realizaban con material quirúrgico ¡Impresionante!

Cráneo trepanado para la extirpación de tumor

Todo esto nos indica que, si bien las diversas culturas, la ciencia, la medicina y la tecnología han evolucionado a una velocidad vertiginosa, la humanidad y sus males siguen siendo los mismos después de miles de años. Por suerte, el descubrimiento de los antibióticos han convertido muchas de estas enfermedades mortales en el pasado en simples enfermedades molestas. Pero, en definitiva, la vida y muerte de nuestros antepasados están más cerca de las nuestras de lo que habíamos pensado.

 

5 comentarios

  1. Interesante artículo sra. Chevalier. Supongo que la gran diferencia entre las enfermedades de la prehistoria y las actuales estará determinada sobre todo por la esperanza de vida. No sé si entonces había casos de Alzheimer o demencia senil, pero, si los hubo, seguro que serían muy pocos.
    Los avances en medicina habrán conseguido reducir a molestias leves la caries o los problemas en el parto, y curar muchas otras enfermedades, pero no es lo único que contribuyó a hacernos más longevos. Pensemos que algo tan «simple» como el mejoramiento del sistema de alcantarillado sirvió para apartar de nuestras calles focos infecciosos y, ya de paso, rebajar nuestro estrés, porque no debía ser nada fácil deambular por la rúa amenazados constantemente por una especie de espada de Damocles en forma de mojón. ¡¡Agua va!!

    • Querido señor Palotes, si bien la esperanza de vida da más oportunidades para desarrollar enfermedades degenerativas, hay otros factores más determinantes, como los relacionados con la alimentación, los factores climatológicos y las enfermedades infecciosas sin tratar. No tengo constancia de enfermedades como alzheimer o demencia senil, pero sí que hay constancia de individuos con discapacidades físicas cuya esperanza de vida era igual a la de congéneres. No entraremos en la discusión sobre sí se cuidaban entre ellos como una «gran familia» porque nos adentraríamos en teóricas sociológicas que, bajo mi punto de vista, no son demostrables de momento. En cuanto a los alcantarillados, tiene usted toda la razón del mundo, pero hay un lapsus de tiempo entre finales de la Prehistoria y la creación de alcantarillados romanos bastante considerable (unos 3000 años aproximadamente). Los homo sapiens de hace 10000 años tenían una esperanza de vida media de 30; durante el Imperio Romano era de unos 35. La diferencia, incluso con alcantarillado, no varía demasiado. No es hasta el siglo XX que la esperanza de vida se incrementa consideramente (curiosamente, con el descubrimiento de los antibióticos).
      Por otro lado, no creo que las embarazadas estén de acuerdo con que los avances médicos hayan convertido en «leves» las dolencias del parto, pero estoy segura de que ella y la medicina actual estarán encantadas de escuchar su propuesta. Siempre suya, la Sra. Chevalier.

  2. Me ha encantado descubrir todas estas curiosidades sobre la vida y la muerte en la Prehistoria de una forma tan amena. La animo a que siga escribiendo artículos tan interesantes como este

  3. Más que tener un lapsus, me he desviado del tema descaradamente. En vez de hablar de enfermedades en un punto concreto de la historia, lo he hecho sobre el aumento de la esperanza de vida.
    En el caso de haber incurrido en un lapsus de tiempo, hubiese sido incluso mayor, pues no me refería a la invención, sino al mejoramiento del sistema de alcantarillado que se dio en el siglo XIX. Desde sus inicios se usó para recoger el agua de lluvia, pero fue hace dos siglos cuando se ideó una red separada, yendo por un lado las aguas residuales y por otro las pluviales. Se hizo precisamente para evitar epidemias, ya que las aguas residuales acababan en la calle.
    En cuanto al parto, hablo de los problemas que pueden darse durante el mismo comparando la época prehistórica y la actual, no de los dolores. Nunca los experimentaré, pero se dice que son como unos buenos pedrolos en el riñón.
    Si alguna asociación de embarazadas ha leído mi comentario, dejen de contactar con sus abogados y no tomen acciones legales contra el señor Palotes. No soy un trol profesional, sólo un humilde comentarista genérico de artículos milkbarianos.

  4. Que interesante, reforzarnos la idea de lo efímeros que somos y de lo fácil que resulta que muramos, sea la época que sea, ¡me causa alivio! Y he de decir que: ¡me flipan los biberones prehistóricos! ¡Que diseños tan chulos! Gracias Caterina.

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