La tormentosa historia de la familia Manson y los Beach Boys

Los Beach Boys y Charles Manson. Dos polos opuestos: la ternura y la atrocidad, el pop-rock de aguas cristalinas, tablas de surf y chicas en biquini, bajó al mismísimo infierno para hacer el amor con Satanás allá por la primavera de 1968.

Dennis era el más rebelde y alocado miembro de la familia Wilson, no dudaba en aceptar cualquier pulso que el azar le ponía delante si ello significaba vivir una aventura contundente, pero un día, mientras conducía su Mercedes Benz por Malibú, el diablo se cruzó en su camino.

Patricia Krenwinkle y Ella Jo Bailey eran dos chicas decididas y devotas por y para la causa de su redentor, el mago, el ingeniero del nuevo Apocalipsis, el gurú que advirtió una guerra racial que cambiaría la historia de la humanidad en una canción de los Beatles. No era otro que Charles Manson, un ex presidiario de Pasadena que lideraba una comuna hippie en el viejo rancho Spam, que en la década anterior había sido un famoso plató de Hollywood.

El batería de los  Beach Boys hizo el amor toda la noche con aquellas dos chicas, que no paraban de hablarle acerca de Charlie. Para ellas, Manson era algo más que un líder de la era Acuario; tocaba la guitarra y cantaba, guiaba a unos pocos privilegiados hacia un mundo mejor. Era un ser privilegiado, un coyote del desierto, era Dios y a la vez el Diablo. Pero no hizo falta que Dennis advirtiese la necesidad de conocer a una personalidad tan sorprendente, el propio Charlie se las apañó para ocupar la Mansión del músico al día siguiente, bien acompañado por quince muchachas, dispuestas a satisfacer las necesidades del más alocado de los Wilson.

Entre Dennis y Manson empezó a haber algo más que una amistad, por un tiempo el músico financió a toda la comuna que lideraba Charlie con comida y caros tratamientos contra la gonorrea, además de ceder sus coches de lujo a La Familia. Empezaba a ser habitual ver a Manson u otros miembros de la comuna conduciendo un deportivo por la ciudad de Los Ángeles. A cambio, Dennis participaba en las orgías que Manson organizaba, a las que también tuvo acceso su primo Kevin Love (otro miembro fundador de los Beach Boys) y Terry Melcher, el hijo de la popular Doris Day, que era en ese momento el mánager y productor de la banda californiana.

Manson & Wilson

Dennis convenció a Melcher para grabar a Manson y lo pusieron en contacto con Rudy Altobelli y Greg Jakobson, otros productores cercanos a los Beach Boys que no dudaron en ponerse manos a la obra cuando escucharon las canciones de Charlie. Todo parecía indicar que el pequeño hechicero de las orgías hippies y la mescalina iba a grabar un disco folk con los mismos productores que habían llevado a lo más alto a los mismísimos Beach Boys, pero durante una larga sesión de grabación, Charlie no dudó en sacar su lado más oscuro y amenazó con un cuchillo a todos los allí presentes por una absurda discrepancia con la letra de ‘Cease to exit(deja de existir). Aquel fue el final de la relación entre Dennis Wilson y la familia Manson.

El bueno de Dennis, que recibió amenazas constantes por parte de Manson, tuvo que dejar su mansión de Malibú para desaparecer del mapa durante una temporada, sin embargo, mantuvo la curiosa idea de modificar una de las canciones de Manson y firmarla para los Beach Boys. Fue entonces cuandoCease to exit pasó a llamarse ‘Never learn not to love’ que apareció en el disco 20/20, un álbum considerado como maldito y probablemente el inicio de la cuesta abajo para el grupo californiano.

Pero Manson, que se sentía traicionado por Dennis, Melcher, Jakobson y Altobelli, aún no había pronunciado su última palabra. El 10.050 de Cielo Drive pertenecía a Altobelli, que a su vez se lo había alquilado a Melcher durante la época de su amistad con Manson. El propio Charlie había estado en aquella mansión en al menos un par de ocasiones. Ahora vivían allí el cineasta Roman Polanski y su esposa embarazada, la actriz Sharon Tate.

Los Beach Boys

Manson fue hasta allí para reclamar a Melcher los derechos de la canción pero se encontró con un panorama inesperado; allí ya no vivía ninguno de sus viejos conocidos. Mientras Sharon nadaba en la piscina, Manson mantuvo una conversación en la entrada con un amigo de la actriz, que no dudó en invitar a marcharse de allí al pequeño y desaliñado hombrecillo (una escena que homenajea Quentin Tarantino en su exitoso film One Upon a time in Hollywood).

El resto de la historia se define en la consecución de uno de los crímenes más oscuros y populares del mundo de Hollywood. El crimen que anunciaba el fin del mundo, el ‘Helter Skelter’, uno de los tabúes más ambiguos de la cultura pop. Hoy, Manson, con 80 años de edad, sigue encerrado en una prisión californiana por conspiración, pero continúa sin demostrarse que el propio hechicero tuviese presencia directa en aquella matanza en el 10.050 de Cielo Drive. Hoy, 45 años después, el viejo Charlie sigue manteniendo la misma versión de entonces y defendiendo su inocencia.

*Este artículo se publicó por primera vez en la revista Diabólica. Miedo, asco y perversión en Hellmería. 2015, Devil Issue. 
Pd. Charles Manson murió el 19 de diciembre del año 2017 en el hospital de Bakersfield California. En esta nueva publicación del artículo también se ha añadido la referencia cinematográfica de Once upon a time in Hollywood. Film posterior a la primera publicación del artículo y a la muerte del propio Manson. 

1 comentario

  1. Breve pero interesante artículo, sobre una temática, la oscuridad del alma humana, que como pricilla a demostrado en otros artículos domina como nadie. Me quedo con la curiosidad no resuelta sobre en qué consistió esa maldición para con los chicos de la playa

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